Las imágenes de la megafábrica ilegal de tabaco en Coín escondida bajo tierra
Trabajadores esclavizados usaban máquinas que suelen traerse de países del este de Europa
Camuflados en un local nocturno con insonorización, en el interior de una vivienda grande y aislada, en un poblado abandonado o un polígono a las afueras de la ciudad. Así camuflan las mafias del tabaco ilegal sus fábricas clandestinas, uno de los negocios más rentables y con un engranaje extremadamente sofisticado.
Los cabecillas suelen ser de países del Este, lugares como Ucrania, Moldavia, Bulgaría o Rumanía, donde la maquinaria ha quedado en desuso. Desde allí traen las máquinas que fabrican durante las 24 horas al día y la mano de obra de ingenieros y personal especializado que trabaja en dos turnos sin interrupción. Casi en condiciones de esclavitud, los trabajadores no pueden salir hasta meses después de la producción para no levantar sospechas y fabrican cada hora 5.000 cigarrillos, lo que supone 6.000 cajetillas diarias, unos 30.000 euros de beneficio por día de producción.
El periodista Jorge Luque ha entrado en la última fábrica subterránea que ha sido descubierta por la Guardia Civil, en Coín, Málaga. Al estilo del laboratorio de drogas de 'Breaking Bad', en el interior de una compuerta en el suelo se esconde un enorme espacio con literas y una compleja máquina de preparación de cigarrillos.