Pepita vivía en la residencia de Ullastrell y es una de las internas con las que la exdirectora parecía tenerla tomado y hacia la que dedicaba numerosas críticas e insultos. 'El Programa de Ana Rosa' ha podido hablar con Fina, una de sus hijas, que ha denunciado ante las cámaras lo mucho que han sufrido allí los internos en los 12 años que ha durado esta gestión.
Fina ha contado la dura experiencia que ha vivido su madre y el complicado momento que atraviesa toda la familia: "Llevamos notando anomalías desde hace ocho o nueve meses. La familia está destrozada psicológicamente y nos sentimos muy mal por haber dejado a nuestra madre con este demonio, que carece de humanidad y no es ni persona". Además, asegura que denunciaron la situación a los servicios sociales en enero, pero que nadie se puso en contacto con ellos.
La buena noticia es que Pepita, de 86 años, será dada de alta este mismo martes tras superar el coronavirus y regresará a casa de sus hijos. "Es lo que ella se merece", ha explicado Fina visiblemente emocionada.