Un okupa, obligado a marcharse sin pagar los 6.000 euros que debe: "No me arrepiento de nada"
El juez puso el 30 de marzo como fecha límite para el abandono o debería pagar los 6.000 euros que debe: "Yo cumplo con el acuerdo judicial, aquí no vuelvo"
Estuvo viviendo en una habitación con baño propio durante más de un año sin pagar
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Felipe es el okupa de la casa de Villaviciosa de Odón, Madrid, y ya ha abandonado el domicilio de forma definitiva. El intruso enseña a 'El programa de Ana Rosa' cómo hace las maletas, cómo sale del edificio y muestra su indignación por ser expulsado.
Tras más de un año sin pagar un céntimo a los dueños con los que convivía en el domicilio, el supuesto espía de la KGB sale de la casa tras fijar una fecha límite con el juez: 30 de marzo. Si no se marchaba, debía abonar los 6.000 euros que debe a los propietarios por el alquiler acumulado. El okupa agotó hasta el último segundo para aprovechar la habitación y el baño propio de los que gozaba sin abonar ninguna cuota económica y encima ahorrarse la deuda que había generado a Eladio y María, los dueños.
Felipe amontona las maletas frente a la casa en la que ha estado viviendo gratis durante un largo tiempo. El protagonista tiene la conciencia tranquila y confiesa: "Yo cumplo con el acuerdo judicial, aquí no voy a volver". Eso sí, cuando el reportero pregunta por su siguiente parada, el protagonista dice: "Ahora iré al cielo".
El periodista explica durante el directo que el okupa "no nos dice realmente a dónde va a ir, pero luego nos contó que estará cerca de su padre que se encuentra en una residencia en Las Rozas". Además, Felipe no tiene ningún cargo de conciencia tras su okupación ilegal: "Por mi parte, no veo nada de lo que me pueda arrepentir".
En cuanto a los rumores de su profesión en Rusia, el okupa sentencia: "No es verdad que sea miembro del servicio de espionaje de la KGB, pero en los años 90 jugué un papel bastante importante en el gobierno de Boris Yeltsin". Además, el reportero quiere transmitir a las palabras de Felipe: "Nos dice que él no es okupa".
La habitación del okupa, inhabitable: suciedad, destrozos y un olor insoportable
El horror se acabó para Eladio, María y su hija Olivia. Los propietarios han visto cómo el okupa se marchaba, lo grabaron en vídeo y momentos después nos mostraron la habitación y el baño que quedaron liberados. El retrete está negro, el suelo está completamente sucio, los muebles tienen desperfectos y la ceniza es un complemento más en la decoración del cuarto...
"Cuánta suciedad, hay un olor muy fuerte, huele mucho a tabaco y a cuerpo", dice la propietaria y el reportero mientras entran a la habitación. Un lugar que por fin ha quedado libre y del que podrán disfrutar de nuevo la pareja de propietarios: "Ha sido, aparte de enfermedades y cosas así, lo peor que te puede pasar en la vida".
