Una mujer ha sido detenida en Móstoles por intoxicar con lejía a la familia con la que vivía. La acusada tiene 70 años, es uruguaya y ha sido pillada en plena faena mientras vertía el producto químico en la cocina sobre los platos y 'tuppers' donde el resto de personas comían.
Tras un tiempo notando un sabor muy extraño en los alimentos y verse perjudicados sanitariamente con constantes mareos y náuseas, la familia decidió instalar una serie de cámaras en la lámpara de la cocina y en la pared para pillar 'in fraganti' a la envenenadora.
La anciana tenía alquilada una habitación de la casa y compartía domicilio junto a una familia en la que vivían incluso menores. La protagonista está acusada por tentativa de homicidio, fue detenida por la Policía Nacional y ahora se encuentra en la calle con una orden de alejamiento con respecto a sus antiguos compañeros.
La familia convivió durante un año con la anciana a la que le tenían alquilada la habitación. "Al principio era muy amable, dulce y normal", dice Michael Jiménez, afectado. Después cambió todo y empezaron a notar que la comida que les ofrecía les sentaba mal y olía raro: "Ella hacía comida y nos dejaba aparte unos platos para que lo comiéramos cuando llegábamos de trabajar".
"Teníamos miedo de que dejara de envenenar e hiciera otra cosa para matarnos", dice el afectado. Michael explica que se ha informado sobre el historial de la anciana y las noticias recibidas les han sorprendido: "Sabemos que la señora tuvo un problema parecido en la anterior casa en la que estuvo".
El hijo de la tentadora de homicidio llamó a la madre del entrevistado y confesó el historial de la mujer: "Su hijo se comunica con nosotros tras salir detenida, él no se muestra sorprendido y nos cuenta historias, se lo esperaba...".
El testimonio del hijo de la anciana ha sorprendido a los afectados hasta el punto de que el hombre les llegó a confesar que "prefiere pagarle una habitación a su madre antes de que le envenenara a él".