Comienza el juicio a la viuda negra del destornillador de Alicante y el programa accede en exclusiva a la reconstrucción que están llevando a cabo los investigadores. Fiscalía le pide 30 años a Conchi, acusada del crimen y 28 años a Paco, su cuidador y el que fue su cómplice, aunque ellos durante todo este proceso se han mantenido inocentes.
El marido de Conchi moría en agosto de 2018, dos semanas después de casarse con esta mujer y tras recibir más de 20 puñaladas con un destornillador. Para esta mujer de 45 años era su cuarto matrimonio, sabiendo ahora que su tercer marido también había muerto de una manera violenta. Todo apunta a que fue una encerrona de ambos lo que le costó la vida a este camionero que ya se había jubilado de 69 años. Esta mujer, que se movía en silla de ruedas para cobrar una importante indemnización por un accidente, según testigos presenciales se levantó de la misma para matarlo, aunque ella sigue asegurando que fue para defenderlo de un supuesto agresor. La otra persona que se encontraba en el lugar de los hechos y que participó en todo esto era su cuidador, con el que presuntamente mantenía una relación.
Con lo que no contaban era con una persona que vio todo lo que sucedió, la testigo clave del caso es una policía nacional experimentada, que ve a unos metros como dos personas están acabando con la vida de una tercera y es quien acude corriendo y quien los detiene. El programa ha accedido a la reconstrucción de esta testigo en exclusiva, para ver si había suficiente luminosidad aquella noche para que pusiera identificar lo que estaba sucediendo. La policía reproduce con dos figurantes lo que la testigo presencial vio aquella noche: Conchi no usaba silla de ruedas, estaba de pie mientras Paco intentaba acabar con la vida de José Luis, que gritaba de forma desgarrada, arrinconaban la víctima entre dos coches entre ambos, que no han querido participar en esta reconstrucción de este crimen por el que van a ser juzgados.