La Alemania de los años setenta (Eurocopa'72 y Mundial'74) y la Francia del cambio de siglo (Mundial'98 y Eurocopa'00) eran los dos únicos equipos capaces de encadenar dos grandes títulos hasta que España logró sumarse a este selecto club con sus victorias en Viena y Johannesburgo.
Ahora, tres años, once meses y diecinueve días después ya nadie duda que la historia cambió en esos penaltis ante Italia. Dos títulos más tarde, la selección vuelve a encontrarse con aquellos que intentaron interponerse en el camino hacia la gloria, porque con aquellas paradas de Casillas y la cara desencajada de Cesc en el último lanzamiento, España le devolvió el codazo a Italia y se quitó todos los complejos.
Ya nadie duda de 'los bajitos', y la afición se identifica con ellos. Ahora el buen toque de la pelota se exige al mismo nivel que la victoria. Ya no hay barreras, ni cuartos, ni excusas, sólo se espera el éxito. Pero no hay equipo con gen mas ganador que Italia y por ello el inicio de esta Eurocopa será exigido.
Con el once casi resuelto, las dudas se posan en el ataque. Tras una inusual preparación con jugadores llegando con goteo a la concentración, España solventó con éxito los amistosos previos mientras Del Bosque despejaba la ecuación. Y las incógnitas resultaron ser Negredo y Pedro. El salmantino mantuvo el bloque del Mundial y eliminó de la lista a Adrián y Soldado, aunque introdujo novedades como Juanfran, provocada, eso si, por las lesiones de Puyol e Iraola.
Puestas las cartas sobre la mesa, la mayor incógnita ahora conocer quién será punta del iceberg que sostiene desde su base Casillas. El capitán, protegido por la novedosa pareja de baile Ramos-Piqué, acompañados por Arbeloa y Jordi Alba en los laterales, es parte de esa columna vertebral que forman Xabi Alonso y Busquets mientras Xavi va a lo suyo. Desde las botas del catalán, comienza el baile de España.
Y si el de Terrasa es el director, Iniesta y Silva son la música. Una melodía que destroza a sus rivales al ritmo del balón y que enloquece a quienes solo pueden escucharla al tratar silenciarla. Pero la partitura de Del Bosque no acompasa sin su '9' y ahí el debate ahora es Torres o Negredo.
El gol es la gloria y el crédito de ambos, especialmente el conseguido por el del Chelsea en aquel 2008. 'El Niño' perecerá para siempre en la historia de 'La Roja', y una Eurocopa parece el mejor escenario para su total recuperación. Sin embargo, los goles también son la carta de presentación de un Negredo con ganas de demostrar su valía.
Contra el sistema italiano
Y mientras el lienzo de Del Bosque es una obra casi perfecta y lista para la exposición, Italia es todavía un borrador. Con el campeonato ya en marcha, el esquema no está decidido y se duda de todo, hasta de la legalidad de algunos jugadores. Si bien todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, de lo que sí es culpable el seleccionador Cesare Prandelli es de querer cambiar el clásico 'catenaccio' italiano.
Tal y como ha demostrado Antonio Conte con su nueva y exitosa Juventus, en Italia también es posible vencer mimando el balón, precisamente el mayor capricho de Andrea Pirlo. Tras desertar el Milan, el gran 'regista' italiano marca ahora los tiempos en Turín y el siguiente paso es arreglar el descalabro de la 'azzurra' con este mismo antídoto, y así, quitarse la espinita del último Mundial en donde se vio obligado a ver desde el banquillo a su aliada pelota.
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