Exclusiva | Irene Foster, exazafata del '1, 2, 3', asegura que un reconocido presentador se obsesionó con ella: "Era muy agobiante"

Irene Foster, exazafata del '1, 2, 3', asegura que un reconocido presentador se obsesionó con ella: "Era muy agobiante"
La exazafata del '1, 2, 3' cuenta su historia de acoso por parte de un reconocido presentador
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La que fue una de las azafatas del '1, 2, 3', llega a 'Tardear' para desmontar la versión que dio su compañera Marta de Pablo sobre Chicho Ibáñez Serrador y también para contar la agobiante historia que vivió por parte de uno de los presentadores más famosos de la pequeña gran pantalla de aquella época, sin llegar a revelar su nombre porque es una persona que ya falleció.

Un presentador se lo hizo pasar "horrible"

Lo primero que quiere dejar claro es que no quiere dar el nombre de esta persona porque es un hombre que ya no está entre nosotros y por lo único por lo que sí lo ha hecho en el caso de Chicho Ibáñez Serrador es porque solo ha hablado bien sobre él.

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En todo caso, durante la llamada que tuvo con una redactora de 'Tardear', ella afirmó que era un presentador muy famoso de la época que se obsesionó con ella manándole rosas y chocolates a su casa, a su chófer y que le hizo pasar un momento "horrible", una información que ha vuelto a recalcar durante su intervención en el programa.

Lo conoció cuando ella era menor de edad, todavía no era famosa y trabajaba en el teatro. "Para el estreno de esa obra de Arturo Fernández, para hacer la promoción él quería que fuera yo cuando lo lógico es que hubiese ido otra primera figura", cuenta. Ella accedió tras su insistencia y, aunque "en ese momento no pasó nada", sí que "empezaron las insistencias".

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El presentador, según cuenta Irene Foster, le llamaba a su casa, le dejaba rosas, le dejaba bombones... "era un poco muy agobiante". De hecho, se llegó a presentar en el portal de su casa. Y, aunque no quiere denominarlo como acoso, ella afirma que sí lo sintió un poco así.

A pesar de que ella tenía tan solo 16 años por aquel entonces, Irene Foster le dejó las cosas claras: "Le dije pierdes el tiempo. No voy a pasar por el aro porque a ti te apetezca, ni por ti, ni por nadie".

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Por aquella época, tal y como señala Paloma Barrientos, había demasiado omisión ante estas situaciones. Algo que corrobora Irene Foster: "Yo te puedo decir que a mí me han encerrado con llave un director de cine y producir en un despacho y me consta que no soy la única".