Julio Iglesias se compra una casa en Galicia: con lago artificial, ascensor y espacio para un helipuerto
El cantante cumple uno de sus sueños y compra la casa que, hasta hace seis meses, pertenecía al exalcalde Manuel Cabezas
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En las últimas semanas, el trajín de albañiles y operarios en la que fuera mansión del exalcalde de Ourense, Manuel Cabezas, levantó las sospechas entre los vecinos de Piñor de Cea. Y, ahora, por fin, se han despejado todas sus dudas. Julio Iglesias y su mujer, Miranda Rynsburger han adquirido dicha residencia, cumpliendo así uno de los sueños del cantante: vivir en Galicia. El edil no reside allí desde hace seis meses, pero sus lujosas instalaciones son de sobra conocidas en la comarca de Carballino.
La finca consta de 1.340 metros cuadrados y la mansión en sí misma está valorada en cuatro millones de euros. Además, tiene un garaje con una capacidad para 20 vehículos, un lago artificial, ascensor y la posibilidad de construir un helipuerto, motivo por el cual Julio se habría decidido por la compra, según indican los medios locales. En cuanto a la piscina, la prensa gallega también informa de que Miranda estaría tomando las decisiones necesarias para adaptarla a los problemas de movilidad de su marido.
Adaptarán la piscina para la rehabilitación del cantante
No olvidemos que, en marzo de este mismo año, la cadena COPE confirmó que Julio Iglesias sufre un osteoblastoma en la columna, un tumor benigno que le afecta a los huesos y compromete sus movimientos. Según Carlos Herrera, que citaba las palabras textuales del artista, su mala salud es la "consecuencia de un desgaste progresivo", por el que necesita cuidados médicos constantes, atención de fisioterapeutas y una rutina adaptada. Ahora que ha dejado definitivamente la música - se retiró hace medio año por culpa de la enfermedad - Julio ha tomado la nostálgica decisión de trasladarse al lugar de nacimiento de su difunto padre.
Una tierra que él conoce de sobra, pues era donde pasaba los veranos de su infancia: en Ourense. Según parece, Miranda ya se encontraría instalada en la vivienda, esperando a que todo esté listo para recibir al artista. Lo que su cónyuge necesita es reformar la piscina para que, en vez de nadar a una profundidad de dos metros, pueda caminar por ella. Una técnica muy recomendada por los fisioterapeutas y que consiste en pasos y zancadas hacia adelante y atrás o hacia los lados, con el agua a la altura de cintura.