¿Es verdad que algunas especias interactúan con fármacos?

Algunas especias pueden tener interacciones peligrosas con determinados fármacos
Algunas especias pueden tener interacciones peligrosas con determinados fármacos
  • Circulan algunos vídeos por las redes sociales donde se advierte de las posibles interacciones que pueden tener algunas especias con determinados fármacos

  • Consumir algunas especias cuando se está con un tratamiento concreto podría suponer un riesgo para la salud

  • Esto podría parecer un bulo, pero en realidad es cierto, así que conviene tenerlo en cuenta

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Siempre se suele hablar de especias y condimentos, como la cúrcuma o el jengibre, para alabar las supuestas propiedades beneficiosas que tienen para la salud. Así que generalmente las tenemos en un pedestal y las consideramos casi como si fueran curativas. Pero pocas veces se habla de que algunas de ellas también pueden tener algunos inconvenientes, debido a sus posibles efectos adversos bajo determinadas circunstancias. 

Esto quizá puede resultar chocante para algunas personas, sobre todo porque está muy extendida la creencia infundada de que 'lo natural' es inocuo. Incluso se tiende a pensar que todo lo que tiene ese origen natural es inherentemente positivo o beneficioso. Pero no tiene por qué ser así. Las especias, como el resto de los alimentos, y como todo lo que nos rodea, están constituidas por compuestos químicos. Estos pueden reaccionar con otros o causar determinados efectos sobre nuestro organismo.  

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Un ejemplo lo encontramos precisamente en las especias y la posible interacción que pueden tener con algunos medicamentos. Esto puede ocurrir sobre todo porque algunos de los compuestos que están presentes de forma natural en determinadas especias, interaccionan con los mecanismos que nuestro organismo pone en marcha para la metabolización y absorción de ciertos medicamentos. A continuación vemos algunos ejemplos.

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Cúrcuma

Se trata del extracto de la planta del mismo nombre, que se utiliza como colorante, para aportar color a los platos. Por eso es uno de los ingredientes que también está presente en el curry. Los componentes más importantes de la cúrcuma se conocen como curcuminoides, entre los cuales se encuentra la curcumina, que es el más conocido y estudiado. Esta puede interaccionar con determinados fármacos, como anticoagulantes, fármacos anticancerígenos e inmunosupresores, disminuyendo sus efectos terapéuticos.  

Además, el consumo de cúrcuma en cantidades importantes se ha asociado al desarrollo de hepatitis. La cúrcuma tiene propiedades coleréticas, lo que significa que estimula la secreción de bilis. Por eso su consumo está desaconsejado para personas que sufren patologías de las vías biliares.

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Canela 

La canela cassia, que es la que solemos consumir, contiene cumarina de forma natural. Se trata de un compuesto que presenta riesgo de toxicidad hepática cuando se consume en grandes cantidades. Por eso, se aconseja a las personas que tienen antecedentes de enfermedad hepática y a las que toman medicamentos que pueden causar efectos hepáticos adversos, que no consuman mucha cantidad de canela ni complementos alimenticios que contengan cumarina.

Ramas de canela

Jengibre  

El jengibre provoca una modificación del pH del estómago, lo que puede modificar la biodisponibilidad de algunos medicamentos. Entre ellos se encuentra la cefuroxima, que es un antibiótico indicado para el tratamiento de diversas infecciones leves o moderadas que afectan por ejemplo al tracto respiratorio, al tracto urinario y a la piel. 

JENGIBRE

Pimienta negra  

Contiene piperina, que es un inhibidor enzimático y de la glicoproteína P. Así que su consumo puede aumentar la absorción de ciertos medicamentos. Esto puede provocar que haya una sobredosificación accidental.  

Puede tener interacciones con varios medicamentos, como antidepresivos, antihistamínicos y otros fármacos que se metabolizan en el hígado. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la como digoxina (que se utiliza para tratar la insuficiencia y la frecuencia cardíaca anormal, es decir, las arritmias), la dexametasona (que se utiliza como antiinflamatorio, por ejemplo, para tratar artritis, colitis, trastornos de la piel, etc.), la colchicina (para prevenir ataques de gota), los inmunosupresores, los antidepresivos tricíclicos o las benzodiazepinas.

Pimienta

Precaución, pero sin alarmismo 

Es importante tener todo esto en consideración, especialmente si estamos bajo medicación. Pero no es para asustarse. En algunos casos los efectos adversos solo se producen cuando se consumen cantidades importantes de esas especias.  

En otros casos sí se pueden producir interacciones, aunque las cantidades no sean muy elevadas, lo cual conviene evitar por el riesgo que puede suponer. Pero una vez que lo sabemos, solo tenemos que tomar medidas al respecto; por ejemplo, evitar el consumo de esas especias mientras dure el tratamiento terapéutico.  

En cualquier caso, para saber lo que tenemos que hacer conviene consultar el prospecto de los medicamentos y consultar con un profesional sanitario. Así sabremos de forma rigurosa y personalizada si debemos tomar medidas en este sentido y cuáles deben ser. 

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