La especia que te ayuda con la digestión y a controlar el azúcar

El clavo de olor
  • Aromático, intenso y poderoso, esta especia aporta sabor a guisos o infusione, y mucho más

  • El principal responsable es el eugenol, un aceite esencial con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antibacterianas

  • El alimento que mantiene a raya el colesterol

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Pocos ingredientes concentran tantas propiedades terapéuticas en tan poco volumen como el clavo de olor. Esta especia, utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional china y ayurvédica, ha vuelto a colocarse en el punto de mira de quienes buscan soluciones naturales para mejorar su salud diaria. Aromático, intenso y poderoso, el clavo de olor no solo aporta sabor a guisos o infusiones, sino que encierra un conjunto de compuestos bioactivos que la ciencia moderna empieza a respaldar.

El principal responsable de sus efectos beneficiosos es el eugenol, un aceite esencial con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antibacterianas. Este compuesto, además de darle su aroma característico, actúa como antiséptico natural, siendo eficaz frente a diversas bacterias bucales y causantes de infecciones digestivas.

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Una de las aplicaciones más antiguas del clavo de olor es como remedio digestivo. En infusión —hirviendo 3 o 4 clavos en una taza de agua durante 10 minutos— puede servir para aliviar la hinchazón, las flatulencias y la sensación de estómago pesado tras las comidas más copiosas. Esta propiedad está documentada, ya que el clavo estimula la producción de enzimas gastrointestinales y, de esta manera, también favorece un proceso digestivo mucho más eficaz.

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También es reseñable que, aunque aún se necesita más investigación clínica en humanos, algunos estudios apuntan a que el clavo de olor podría tener un efecto positivo sobre la regulación de la glucosa. En concreto, su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir picos de azúcar en sangre lo convierte en un aliado potencial para personas con prediabetes o síndrome metabólico. Según el Instituto de Nutrición Integrativa, su extracto ha mostrado beneficios en estudios preliminares.

Aliado de la salud bucodental

Otro uso importante, aunque haya sido desplazado por otros analgésicos de origen farmacológico, es el anestéstico. Y es que el clavo de olor sigue siendo una solución de urgencia efectiva contra el dolor dental. Masticar un clavo entero o aplicar unas gotas de su aceite esencial (diluido) sobre la encía alivia de forma momentánea gracias a su efecto anestésico local. Es un remedio habitual que suele ser recomendado en contextos de medicina natura, y su uso se remonta miles de años hacia atrás en el tiempo.

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Además de este uso frente al dolor, el clavo de olor también combate el mal aliento y la proliferación de bacterias en la cavidad oral. Masticar clavo después de las comidas actúa como antiséptico natural y ayuda a mantener una microbiota oral equilibrada. Este uso está avalado por diversas fuentes de fitoterapia y salud integrativa, se vincula directamente con la reducción de bacterias bucales responsables del mal aliento.

Huesos más fuertes gracias al manganeso

Además del eugenol, el clavo es una excelente fuente de manganeso, un mineral clave en la formación del tejido óseo. Un estudio en animales señala que la suplementación con aceite de clavo mejora la densidad y calidad del hueso en modelos de osteoporosis. Aunque estos efectos aún deben confirmarse más ampliamente en humanos, sí que se puede afirmar que su contenido en micronutrientes lo convierte en una adición interesante a dietas enfocadas en la salud musculoesquelética.

Cómo integrarlo el clavo en tu dieta y vida diaria

El clavo de olor puede consumirse de distintas maneras, y en todas ellas resulta útil para nuestro organismo. Por ejemplo, tomado en infusión digestiva resulta ideal tras comidas copiosas. Simplemente hay que hervir 3-4 clavos de olor en agua. Como aceite esencial, pero siempre diluido en aceite base (como de oliva o coco), es útil para masajes localizados. Consumido como condimento en guisos, marinados o postres no solo aporta sus beneficios, sino que su aroma especiado eleva cualquier receta.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que pese a su origen natural, el clavo de olor no está exento de contraindicaciones. Su uso excesivo puede causar irritaciones en el tracto gastrointestinal, y el aceite esencial concentrado debe usarse siempre con precaución, especialmente en embarazadas, niños o personas con enfermedades hepáticas. Ante la duda, conviene consultar con un profesional de la salud.

En cualquier caso, queda claro que más allá de sus indudables propiedades culinarias, el clavo de olor se perfila como una pequeña joya botánica con aplicaciones terapéuticas notables. Desde la digestión hasta el alivio del dolor y el control del azúcar, su uso —siempre moderado y bien informado— puede aportar beneficios tangibles en el día a día. Un recurso antiguo que, gracias a la ciencia moderna, vuelve a ocupar el lugar que merece en la despensa de la salud.

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