Fin al debate: ¿es peligroso calentar comida en el microondas?

Se inventó hace casi ochenta años, pero curiosamente este electrodoméstico sigue dando mucho que hablar, y no siempre para bien
Todavía existen en torno a el microondas que están generados en gran parte por el desconocimiento y la desinformación
El microondas es ya un viejo conocido. Pero a pesar de eso sigue despertando recelos entre muchas personas que no se fían de que sea seguro para calentar la comida, sobre todo por todo lo que se dice en torno a “las radiaciones”.
¿Cómo funciona un microondas?
A grandes rasgos, el horno microondas es un electrodoméstico bastante simple. El elemento principal es un magnetrón que transforma la energía eléctrica en microondas capaces de calentar el alimento. Esto sucede porque esas microondas hacen oscilar muy rápidamente ciertas moléculas que forman parte del alimento, como ocurre con el agua, los azúcares y ciertas grasas. Sucede porque muchas de ellas son dipolos eléctricos, es decir, tienen una carga positiva en un extremo y una carga negativa en el otro. Al moverse rápidamente, chocan entre ellas y se produce un aumento de la temperatura.
El miedo a la radiación
Las microondas son una forma de radiación electromagnética. Esto de “la radiación” suele dar mucho miedo, pero hay que aclarar que estamos expuestos continuamente a radiación electromagnética, lo cual no significa necesariamente que sea peligroso, ni mucho menos. Sin ir más lejos, la luz que podemos ver con nuestros propios ojos, como la que procede del sol o la que emite una bombilla, es un tipo de radiación.
La radiación electromagnética es simplemente una forma de energía que se propaga a través del espacio en forma de ondas. Así, el espectro electromagnético, es decir, los diferentes tipos de radiación que existen, se ordenan según su longitud de onda (la distancia entre dos picos consecutivos de onda) y su frecuencia (el número de repeticiones de la onda por unidad de tiempo).
Por ejemplo, la luz visible tiene longitudes de onda que van desde los 380 nanómetros, que corresponden al color violeta, hasta los 750 nanómetros, que corresponden al color rojo. También se encuentran dentro del espectro electromagnético otros tipos de ondas, como las de radio, la infrarroja, los rayos X o los rayos gamma.
Como podemos imaginar, todas ellas son diferentes, al igual que la energía que aportan y su posible efecto sobre la salud.
¿Son peligrosas las microondas?
Como acabamos de mencionar, la radiación electromagnética se caracteriza por su longitud de onda y por su frecuencia, y eso nos da una idea del efecto que puede ejercer sobre nuestra salud.

Hay radiaciones que tienen altas frecuencias, como los rayos X, los rayos gamma o parte de la radiación ultravioleta que nos llega del sol. Eso significa que son muy energéticas, así que son capaces de arrancar electrones de los átomos, por lo que se dice que son ionizantes. Esto implica que pueden alterar nuestro ADN, así que pueden poner en peligro nuestra salud, por ejemplo, haciendo que desarrollemos tumores y cáncer. Por eso hay que protegerse contra ellas. Por eso se recomienda proteger la piel con protector solar antes de exponerse al sol, y por eso las personas que trabajan haciendo radiografías toman medidas, como utilizar prendas cubiertas con plomo o abandonar la sala mientras funcionan los equipos que emiten esa radiación.
Por otra parte, hay radiaciones que tienen bajas frecuencias, así que son menos energéticas y no son ionizantes. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la radiación visible, las ondas de radio o las microondas. Es decir, no son capaces de dañar nuestro ADN, así que no se relacionan con el desarrollo de tumores ni de cáncer.
Mitos y bulos sobre el microondas
Además del magnetrón, otro elemento fundamental del microondas es la caja en la que introducimos el alimento. Está dotada de un blindaje metálico para evitar que esas microondas escapen hacia el exterior, así que no corremos peligro.
Incluso en el hipotético caso de que pudieran escapar (por ejemplo, si el blindaje estuviera deteriorado), esas ondas solo harían que aumentara la temperatura de las partes de nuestro cuerpo expuestas a ellas. Aunque es muy poco probable que eso ocurra.
Circulan muchos vídeos por internet donde se nos dice lo contrario y en los que muestran instrumentos con los que supuestamente miden la radiación que escapa de este aparato durante su funcionamiento. Pero en realidad lo que están midiendo no son las microondas que “escapan” del electrodoméstico, sino la radiación electromagnética que emite su transformador, tal y como ocurre con cualquier otro aparato eléctrico, y que no supone ninguna preocupación para la salud.