Los tres alimentos clave en la dieta de una persona con SIBO, según dos expertas

Una dieta antiinflamatoria es recomendable para cualquier personas
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Poco a poco en estos últimos años hemos ido conociendo qué es el SIBO (las siglas de Small Intestinal Bacterial Overgrowth) y cómo afecta a las personas y a su salud gastrointestinal. La alimentación es clave para ello y, pese a que existen ingredientes con los que a más de uno se le hace la boca agua, pueden no ser los más indicados para tu estómago. Por eso mismo en el libro ‘¿Qué como con SIBO?’ (Alienta), de Asun González y Carmen Salas, junta un total de 60 recetas antiinflamatorias ideales no solo para personas que sufren SIBO, sino también para cualquiera que quiera proteger su salud intestinal pese a no tener ningún problema.

Las dos expertas conocen a la perfección el SIBO, Asun González es bióloga y asesora nutricional especializada en salud digestiva y Carmen Salas, a la que se conoce en redes sociales como ‘Spicy Krmen’, es fisioterapeuta y divulgadora sobre salud, alimentación y nutrición. Así, nos detallan cuáles son los alimentos que mejor y, lo que más interesa, los que peor van para la salud gastrointestinal.

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El SIBO, explican, es “un desequilibrio en la microbiota intestinal cuando hay más microorganismos de los que debería o están en un sitio donde no deberían estar”, que es lo que provoca los síntomas de gases, dolor o hinchazón.

Asun González y Carmen Salas, autoras de '¿Qué como con SIBO?'
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Los alimentos que no debes comer

Pero ¿qué alimentos deberíamos retirar de nuestra despensa sin falta? “Los ultraprocesados, azúcares, alcohol y otras comidas basura. Son causa directa de SIBO y hay personas que con solo cambiar esto mejoran”, recalcan, aunque siempre evitando grandes restricciones que puedan llegar a dañar la microbiota. “Por salud general” deberíamos, como dicen las expertas, eliminar de la dieta aceites refinados, refrescos, bollería industrial, cereales azucarados o productos con aditivos artificiales.

No obstante, las dos autoras del libro hacen una especial mención “a los aditivos, colorantes y algunos edulcorantes artificiales, como la sacarina, sucralosa, aspartamo y acesulfamo. Mucha gente cree que son inocuos por no tener calorías, pero dañan la microbiota, aumentan la permeabilidad intestinal y se relacionan con la inflamación crónica”.

Lo que sí hay que comer

Por eso optan por seguir una dieta llena de “alimentos reales del mercado, frescos y coloridos: verduras, pescado azul pequeño, huevos, setas, carnes y casquería, caldos caseros, frutos rojos y fruta fresca y entera de temporada, fermentados como el yogur, el kéfir o el chucrut, y muchas hierbas y especias, como la cúrcuma, el jengibre o el comino, que son auténtica medicina natural con propiedades digestivas, carminativas y antiinflamatorias”.

Para darnos algo más concreto, González y Salas nos dan los tres ingredientes que, en su opinión, serían imprescindibles en la dieta de cualquiera, tenga o no SIBO.

  • Pescado azul pequeño: por su omega 3 y aporte proteico.
  • Caldos de huesos: aportan aminoácidos importantes para reparar la permeabilidad intestinal y son muy fáciles de digerir.
  • Ghee: una grasa de origen animal pero muy amorosa con nuestro intestino ya que ayuda a su reparación aportando buenas cantidades de butirato. Es baja en lactosa, apta para cocinar, tomar en crudo o incluso uso tópico según el Ayurveda.