¿Es verdad que las sandías pueden explotar?

Una sandía partida a la mitad
Una sandía partida a la mitad. unsplash
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Si tuviéramos que decidir cuál es la fruta más representativa del verano, es muy probable que eligiéramos la sandía. Cada vez gusta más y no es de extrañar: tiene un sabor intenso y agradablemente dulce, es muy refrescante y fácil de comer, sobre todo desde que se vende sin pepitas.  

También hay que señalar que se trata de una de las frutas más peculiares que podemos encontrar en nuestro entorno: por su gran tamaño (puede alcanzar hasta doce kilos), por la cantidad de agua que contiene, por su particular textura… Pero si hablamos de cosas curiosas, hay que mencionar un fenómeno que resulta tan insólito que parece mentira: la posibilidad de que la sandía explote.  

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¿Por qué puede explotar una sandía? 

La causa más común de la explosión de una sandía es la fermentación que puede producirse en su interior. Esto ocurre cuando microorganismos como levaduras o bacterias penetran hacia el interior del fruto a través de pequeñas fisuras o daños en la piel, que a veces son imperceptibles a simple vista.  

Una vez que los microorganismos se encuentran en el interior, comienzan a fermentar los azúcares de la sandía, transformándolos en otros compuestos, como ácidos, alcoholes y gases, entre los que se encuentra el dióxido de carbono.  

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Si las fisuras o los daños en la piel son tan pequeñas que no permiten liberar todos esos gases, se acumulan dentro del fruto provocando un aumento de la presión interna. Si esa presión supera la resistencia estructural de la cáscara, la sandía puede romperse. En los casos más leves, puede simplemente agrietarse y poco más. Pero en otros casos, cuando la presión llega a ser muy alta, la sandía puede reventar súbitamente.

Sandía

¿Cómo podemos evitarlo? 

Como podemos imaginar, lo primero y más importante para evitar que esto ocurra es asegurarse de que la sandía está en buen estado, es decir, que no presenta daños apreciables en su superficie: agujeros, fisuras, golpes, etc. De todos modos, esto no es infalible porque, como ya hemos mencionado, a veces esos daños son inapreciables a simple vista.  

También es fundamental manipular la sandía con cuidado para evitar que se produzcan esos daños. Otro factor importante es la temperatura. Conviene almacenar la sandía en un lugar fresco o, mejor aún, en un lugar refrigerado (por ejemplo, en el frigorífico). Si no lo hacemos así y el interior de la sandía está contaminada con bacterias o levaduras, las altas temperaturas favorecerán su desarrollo y los procesos de fermentación que deterioran la fruta y que pueden causar su explosión.  

Por último, el tiempo también es un factor que influye en el fenómeno. Lo ideal es consumir la sandía cuanto antes (siempre que esté en buen estado, claro está). A medida que pasa el tiempo, se va deteriorando y si está contaminada con bacterias o levaduras, se irán desarrollando procesos de fermentación.  

Otras causas que pueden provocar la explosión de la sandía 

Como hemos mencionado, lo más habitual es que cuando se produce la explosión de una sandía ocurra por la fermentación interna llevada a cabo por microorganismos. Es fácil de distinguir porque el resultado deja mal olor (ácido y alcohólico), causado por los compuestos resultantes de ese proceso. Pero hay otros motivos que también pueden causar la explosión de esta fruta, aunque son aún más inusuales.  

Por ejemplo, los cambios bruscos de temperatura: si tenemos una sandía en un ambiente muy frío, por ejemplo, en el frigorífico, y de repente la pasamos a un ambiente muy caliente, el líquido de su interior puede expandirse, aumentando la presión interna y causando una ruptura o un agrietamiento de la cáscara.  

También se han documentado casos donde el uso de reguladores de crecimiento en agricultura ha provocado un desarrollo tan rápido de los frutos que ha causado una explosión de los mismos mientras aún se encontraban en la planta. De todos modos esto solo se ha documentado en China y no se ha observado en nuestro entorno.

¿Qué hacemos si explota una sandía? 

Es importante tener en cuenta que, si una sandía explota o se agrieta de forma espontánea, es probable que se deba al desarrollo de microorganismos en su interior. Algunos de ellos pueden ser patógenos, así que es recomendable no consumirla.