Cómo conservar las uvas de Nochevieja si las compras con antelación
Si has comprado las uvas con varios días de antelación a Nochevieja, toma nota para saber cómo conservarlas y que lleguen bien a los últimos instantes del año
Cómo han cambiado las uvas de Nochevieja en 50 años
Pasado el día de Navidad los ojos empiezan a ponerse en Nochevieja y en una nueva cena que lleva varios días de organización, pero hay un ingrediente importantísimo que entre en todas las casas y que a más de uno se le olvida y tiene que irlo a comprar a última hora: las uvas. Aunque hay quien usa otras frutas o dulces porque no les gustan, la tradición marca comerse las 12 uvas con las 12 campanadas y, si eres previsor, ya las habrás comprado, pero con cierto temor a que se te pongan malas antes del día 31 de diciembre.
De dónde viene la tradición
En muchas ocasiones se ha hablado sobre el origen de esta tradición, llegándose a habar de que las clases altas españolas del siglo XIX imitaban a los franceses tomando champan y uvas para celebrar el año nuevo. Sin embargo, la teoría principal es que en 1909 hubo un excedente de uvas y, para darles salida, se promovió su consumo durante Nochevieja con las 12 uvas en el momento de las campanadas, una costumbre necesaria para poder atraer la suerte en el año nuevo que entra.
Cómo conservar bien las uvas durante días
En caso de que hayas comprado ya tus uvas en el mercado con antelación debes tener cuidado para que te lleguen en buen estado a la noche del 31 de diciembre y que no se echen a perder y que tampoco le toque a nadie una pocha, así que es primordial que sepas cómo mantenerlas estos días hasta que llegue el momento de prepararlas para luego comerlas.
Lo ideal es mantenerlas en la nevera, a ser posible en la zona del frigorífico que más frío concentra, que será su ubicación ideal. Antes de guardarlas, revisa que no hay ninguna uva mala y, en caso de que haya alguna, quítala. Y ojo, antes de meterlas dentro, no las laves, eso ya lo harás en el momento en el que las vayas a preparar el día 31, ya que la humedad puede ser tu enemigo y acelerar el que se pongan pochas.
En todo caso, lo mejor será que antes de meterlas en la nevera las pongas dentro de una bolsa hermética, a ser posible con papel de cocina, para así permitir que se conserven mejor y no se mezcle con el resto de los aromas de preparaciones que irás guardando en la nevera en estos días.