¿Qué es lo mejor para aliñar las ostras? Las 7 salsas más deliciosas
Hasta los detalles más sutiles influyen a la hora de potenciar sus sabores
Pueden tomarse solas, aunque añadirles un chorrito de limón fresco es lo más habitual
¿Qué sabor tiene el caviar?
MadridLos amantes del marisco hace tiempo que han encontrado en las ostras el bocado ideal para disfrutar del sabor del mar. Delicada, la ostra no es del agrado de todo el mundo, pero aquellos que han aprendido a apreciarla son conscientes de la importancia que tiene escoger la mejor de las materias primas. Hasta los detalles más sutiles influyen a la hora de potenciar sus sabores, por ejemplo, la mejor época para comerlas es el invierno porque durante los meses de verano están desovando, lo que hace que su sabor sea acuoso.
Pequeños detalles que las hacen únicas y especiales y que con el tiempo las han convertido en uno de los platos de moda. Cada vez hay más lugares en los que se puede disfrutar de unas ostras de calidad, pero ¿qué pasa si queremos tomarlas en casa? No hay mayor problema, solo habrá que encontrar las que sean de la mejor calidad y aprender a prepararlas de tal forma que se puedan disfrutar. Si bien se pueden cocinar, lo más habitual es tomarlas vivas y crudas, así que lo esencial es saber abrirlas.
En general, pueden tomarse solas, aunque añadirles un chorrito de limón fresco es lo más habitual. Por supuesto, algunas personas consideran que no es suficiente o las han tomado tantas veces de esta manera que les apetece innovar un poco. Las ostras también pueden tomarse acompañadas de alguna salsa, de hecho la mignonette es una de las más habituales para servirlas. No obstante, esta no es la única opción que existe y que podemos preparar en nuestra propia casa.
Qué es lo mejor para ponerle a las ostras: las mejores salsas
Existen numerosas salsas con las que comerse las ostras, así cada cual puede escoger la o las que mejor le parezca, que más le guste y más feliz le haga. Distintas formas de disfrutar del mismo plato para hacer que cada vez sea diferente y todas ellas dignas de recordar. Desde las más sencillas a las más elaboradas, todas tienen puntos a favor, por lo que no está de más tenerlas juntas para darles una oportunidad o varias.
- Vinagre de limón y tabasco. Para elaborar esta salsa es necesario poner en un bol vino blanco (60 ml), zumo de limón (60 ml), dos cucharadas de tabasco (que puede variar en función de lo mucho que guste el picante), tres chalotas ralladas, 30 ml de aceite de oliva y sal. La clave de esta salsa es batirla con las varillas hasta que el aceite emulsione y se forme una salsa cremosa.
- Vinagreta de sake y lima verde. Un toque diferente se puede conseguir gracias a esta vinagreta, que se elabora mezclando 50 ml de sake, 90 ml de vinagre de arroz, 30 ml de zumo de lima y un poco de su ralladura, dos cebolletas pequeñas (solo la parte verde), cilantro picado y sal.
- Salsa Mignonette. Esta salsa es un clásico para las ostras y el marisco, y se elabora mezclando en un bol 60 ml de vinagre de vino, dos cucharadas de vinagre blanco, una chalota pequeña, picada finamente, una cucharadita de pimienta y sal. ¿El truco? Deja que repose en la nevera al menos media hora antes de servirla.
- Salsa de chile y sésamo. Esta es una salsa muy sencilla de hacer porque solo hay que mezclar todos los ingredientes: 60 ml de aceite de sésamo, 60 ml de salsa de chile, 60 ml de sake, 60 ml de zumo de lima, un ajete picado finamente, sal y guindilla al gusto. Agita bien antes de servir para que quede un poco más espesa.
- Granizado de lima, pepino y jalapeño. Si quieres que tenga un toque más fresco, vistoso sin que sea demasiado complicado, esta idea puede ser la solución. Tritura pepino (solo la pulpa), jalapeño, lima (tanto el zumo como un poco de la ralladura) y un toque de azúcar para equilibrar los sabores. Guárdalo en un recipiente y mételo al congelador unas seis horas y, antes de servir, rállalo con un tenedor y sirve con una cuchara sobre las ostras.
- Salsa ponzu. Esta salsa es muy sencilla de realizar, solo hay que mezclar todos los ingredientes en un bol: 50 ml de salsa de soja, 20 ml de mirin, y una cucharada de zumo de yuzu.
- Salsa holandesa. Conocida por los brunch donde se sirve con los huevos a la benedictina, la salsa holandesa también puede ser un buen complemento para las ostras. Ponemos un bol al baño María y, con la ayuda de unas varillas, batimos dos yemas de huevo y una cucharadita de brandy, conforme se vaya calentando incorporamos 20 gramos de mantequilla clarificada. Bate hasta que quede cremosa.
Salsas sencillas de preparar y que sirven para acompañar y potenciar este exclusivo plato que no es para todos los gustos, pero que una vez que se aprende a amar, es imposible soltar.