Tiny restaurants: los restaurantes más pequeños y más demandados de España

Los "tiny restaurants" conquistan por su capacidad de ofrecer un trato cercano y platos de altísima calidad, en entornos casi secretos
Eso sí, suelen requerir reservas con meses de antelación debido a la escasez de plazas
Una nueva tendencia se está dando en el universo gastronómico, la de ofrecer restaurantes minúsculos como experiencias culinarias exclusivas y altamente codiciadas. Estos espacios, que cuentan con apenas unos metros cuadrados y aforos de lo mas reducidos, están demostrado que la intimidad, el servicio de calidad y la excelencia gastronómica pueden convertir una cena en una experiencia inolvidable. Eso sí, no los podrás disfruta si no resrvas con varias días (o semanas) de antelación.
Más allá de la espectacularidad de los grandes salones y la sofisticación de los restaurantes de lujo con cientos de mesas, estos "tiny restaurants" han conquistado a los comensales por su capacidad de ofrecer un trato cercano y platos de altísima calidad, en entornos casi secretos. Algunos de estos locales requieren reservas con meses de antelación debido a la escasez de plazas, y otros han conseguido reconocimiento internacional, con estrellas Michelin incluidas.
Smoked Room (Madrid):
Un templo para los amantes del fuego y el ahumado. Con un aforo limitado a 8 comensales, Smoked Room es una de las joyas gastronómicas de Madrid. Creado por el chef Dani García, este restaurante apuesta por la técnica del smoke dining, donde el fuego y el ahumado juegan un papel central en cada plato. Su propuesta se ha ganado nada menos que dos estrellas Michelín en sus primeros seis meses de vida, lo que ya da fe de la magnitud de la propuesta culinaria.
El menú degustación, compuesto por platos elaborados en parrilla japonesa y hornos de brasas, incluye preparaciones tan sorprendentes como el niguiri de steak tartar ahumado, el bogavante a la brasa con emulsión de su coral y el wagyu japonés cocinado a fuego lento.
El acceso a Smoked Room es casi clandestino, aún a pesar de enmarcarse en un hotel como el Hyatt Regency. Los clientes entran por un pasadizo oscuro que desemboca en un espacio minimalista donde cada detalle está pensado para maximizar la experiencia gastronómica.

Bagá (Jaén):
El restaurante con estrella Michelin más pequeño del mundo. Con solo 45 metros cuadrados y una capacidad máxima de 8 comensales en cada turno, Bagá es el restaurante con estrella Michelin más pequeño del mundo. Su chef, Pedro Sánchez, ha apostado por un concepto basado en la pureza del producto, la creatividad y la mínima intervención, con una propuesta que resalta los sabores esenciales de cada ingrediente.

Ubicado en un local discreto de Jaén, Bagá ofrece una experiencia gastronómica única, donde cada plato es una obra de arte. Ofrece un único menú de 17 pases por un coste de 98 euros, con los platos orbitando en torno a dos únicos ingredientes en cada caso, lo que hace que su propuesta sea tan única, como meritoria.
El éxito del restaurante ha sido tal que sus mesas suelen estar reservadas con meses de antelación, y la espera para conseguir un hueco puede extenderse incluso hasta un año.

El Baret de Miquel (Denia):
La alta cocina en un rincón escondido. Ubicado en Denia, El Baret de Miquel es un pequeño restaurante de culto dirigido por el chef Miquel Ruiz, un cocinero que renunció a la alta cocina tradicional para crear un espacio donde la gastronomía fluya de manera más espontánea y sin artificios. Para muestra, una de las citas del chef en el sitio web del restaurante “cocinar lo que la tierra nos da en cada temporada y extraer el máximo partido de cada producto, comer bien no significa arruinarse”. Toda una declaración de intenciones.
Con un espacio reducido, sin lujos aparentes y una atmósfera relajada, este local ofrece una cocina creativa basada en el producto local. Sus platos cambian con la temporada, pero entre sus especialidades destacan el taco de atún con romescu blanco y vinagreta de algas mediterráneas, el ceviche valenciano de gamba o el mullador de invierno con atún de sorra y mandarina verde.
Santoku (Madrid):
El sushi más exclusivo en 18 metros cuadrados. En el barrio de Salamanca se encuentra Santoku, considerado el restaurante de sushi más pequeño de España. Con solo 18 metros cuadrados y una única mesa que acomoda a ocho comensales en su versión 181 (la versión ‘barra’ permite acomodar a 13 comensales), este establecimiento ofrece una experiencia gastronómica íntima y exclusiva.
El chef Gabriel, tras años de experiencia y dedicación, presenta un menú omakase que varía cada cuatro meses, asegurando frescura y estacionalidad en sus platos. Por un precio de 35 euros, los comensales disfrutan de un recorrido de seis platos que fusionan tradición y modernidad, destacando ingredientes como anguila y foie. La alta demanda y la calidad de la propuesta han generado listas de espera de varios meses, convirtiendo a Santoku en un destino imprescindible para los amantes del sushi en la capital española.

La Tortilla 2.0 (Madrid):
la tortilla más famosa en un espacio diminuto. En un cambio de registro espectacular, pasamos de las experiencias más íntimas, a un estilo de comida mucho más bullicioso y castizo, aún siendo un restaurante de proporciones más que limitadas. Si hay un local en Madrid que ha llevado la sencillez a la categoría de culto, ese es La Tortilla 2.0. Situado en la Calle Orense, cerca del estadio Santiago Bernabéu, este minúsculo establecimiento se ha hecho famoso por servir algunos de los mejores bocadillos de tortilla de la capital.
Su carta es simple y barata (solo 2.50€), pero a la vez también efectiva: tortilla de patata sin cebolla, poco hecha y caliente, servida en un pan crujiente. La oferta es tan popular que, a pesar del reducido espacio del local —donde apenas caben un puñado de personas a la vez—, siempre hay cola para hacerse con uno de estos icónicos bocadillos. Al fin y al cabo se trata de un establecimiento que es más de comida para llevar que otra cosa…
La grandeza de los pequeños espacios
Los llamados "tiny restaurants" están demostrando que el tamaño no es un impedimento para ofrecer experiencias gastronómicas de primer nivel. De hecho, su reducido espacio se convierte en un punto fuerte, ya que permite un trato más cercano, una cocina más personal y una exclusividad que difícilmente puede lograrse en establecimientos de mayor tamaño.
España, con su diversidad culinaria, ha sabido adaptar este concepto a distintas propuestas: desde la sofisticación de Bagá y Smoked Room, hasta la sencillez de La Tortilla 2.0, sin olvidar la creatividad de El Baret de Miquel. Estos restaurantes han conquistado a los paladares más exigentes y han generado largas listas de espera, demostrando que la exclusividad no solo se mide en estrellas Michelin, sino también en la capacidad de ofrecer una experiencia inolvidable en espacios reducidos.
