El nuevo espacio gastro-cultural de Pedreña al que puedes llegar en lancha: "La gente tiene sed de cosas nuevas"
Espacio Jándala abrió hace poco, pero el boca-oreja lo ha convertido en el nuevo place to be de la costa cántabra
Su propuesta, con marcado acento femenino, se desmarca del resto al combinar gastronomía, conciertos, clases de yoga y todo tipo de actividades culturales
Cuando piensas que ya lo has visto todo en el loco mundo de la restauración, resulta que aparecen un grupo de mujeres en un pueblo de Cantabria, capitaneadas por María Martín, que te proponen un plan infalible donde cocina, música, yoga y todo tipo de planes culturales forman parte de un todo. Apenas lleva unos meses abierto, pero ya es el sitio al que todos quieren ir cuando están de paso por la costa cántabra.
De primeras, hablamos de un espacio gastro-cultural de lo más singular. Lo decimos porque está en Pedreña y porque se puede llegar andando, en coche o en la Pedreñera, que es la lancha de Los Reginas que une, casi como un bus, Santander con esta localidad habitada por poco más de 1.000 habitantes y que también tiene parada en otros codiciados destinos como Somo o a la playa del Puntal.
Pero no es esto lo único que lo convierte en un lugar especial, también el edificio donde se encuentra, el equipo que lo gestiona, una programación en constante actualización… Pero será mejor que sean ellas mismos quienes nos cuenten todo lo que hay detrás de esta iniciativa que aún tiene que dar muchas alegrías a los pedreñeros (y a los foráneos que frecuentan estas tierras). Que no son pocos cuando llega el buen tiempo.
¿Cómo les contamos a nuestros lectores qué es Espacio Jándala?
Como el mismo nombre indica, es un espacio gastro-cultural. Y surge porque hubo un momento en el que todas nosotras entendimos que de la cultura no íbamos a vivir, así que decidimos que este espacio, que es muy grande y tiene una planta de arriba donde se pueden hacer muchas cosas, sería un lugar perfecto para la cultura y la gastronomía, que es de lo que vamos a vivir. Pero no hablamos de lo típico que encuentras en los bares, que es básicamente música, sino de otras muchas cosas.
¿Por ejemplo?
Pues pronto empezamos con unas charlas, una iniciativa que vamos a llamar ‘Charlódromo’, porque consideramos que la gente tiene muchas cosas que contar y que todas tenemos muchos intereses que podemos compartir. Y pronto tendremos otra actividad que se llama ‘Hasta la Última Lancha’, que es un evento para el verano que permitirá a la gente poder venir de Santander y coger la última lancha de vuelta una vez haya finalizado. Después, un viernes al mes tenemos una actuación musical. Y luego haremos charlas sobre sexualidad femenina, talleres de caligrafía... Consideramos que Jándala es como un punto de encuentro en el que constantemente pasen cosas.
Te lo habrán preguntado unas cuantas veces, pero ¿qué significa Jándala?
El jándalo o la jándala eran las personas originarias de Cantabria que se iban a Andalucía para hacer dinero. Algunos se asentaban allí pero otros muchos terminaban volviendo aquí. Y elegí este nombre porque me recordaba un poco a mi historia. Porque soy de Málaga, pero empecé a cocinar hace 13 años aquí en Cantabria, luego me fui a Baleares, trabajando como chef privado en Ibiza muchos años, para después montar mi restaurante en Málaga y, finalmente, terminar volviendo aquí el año pasado. Me pareció que era una palabra muy curiosa.
¿Y qué es lo que se encuentra uno al bajarse de la lancha o del coche?
Yo diría que se encuentra un espacio de seguridad, que hemos querido crear, en el que puedes desde venir a leer tu libro, a tomarte un vino, disfrutar de un cóctel, ver un concierto… Digamos que es un espacio gastronómico un poco atípico (risas). Pero la acogida ha sido brutal, como dices, porque está viniendo gente de muchos sitios, ya sea por las mañanas para conocer la propuesta de Cocina Colorida (colorido brunch vegano a base de plantas) o por las tardes y noches para el resto de opciones que tenemos. Y, bueno, también estamos ofreciendo café de especialidad, de hecho somos la primera empresa que está trabajando con Raúl de Kira Coffee.
También sois una rara avis en cuanto a los días de apertura.
Sí, abrimos de jueves a lunes. Para nosotras el descanso es una prioridad y mi idea es que esto sirva de experimento y que podamos ver otra hostelería en el futuro. Para mí lo importante es que las trabajadoras tengan su descanso y que descansemos todas a la vez, me parece como lo óptimo. Pero que conste que me tiro aquí desde las 9 de la mañana hasta las 11 de la noche (risas).
Además de la propietaria, eres la chef. Háblanos de la propuesta gastronómica que has diseñado.
Me he centrado en las comidas y las cenas, y lo que hago lo llamo cocina contemporánea. Pero queremos que sea algo desenfadado y que recoja las cositas que he ido aprendiendo por ahí. Por eso hemos puesto una carta cortita para picotear con tapas que sean un poco diferentes a lo que se ofrece por la zona. Tenemos desde un brioche de steak tartar con salsa tártara a unas croquetas de calabaza y queso de nata de Liérganes. Generalmente, intentamos insertar en cada plato algo de un producto local, para no perder la cercanía con el entorno. Y otro aspecto importante de la carta es que hemos querido que hubiera bastantes para celíacos, veganos y vegetarianos.
Veo que sois todas mujeres y que venís cada una de una ciudad o país diferente. ¿No hay ninguna de Cantabria?
Pues sí, hay una cántabra, que se llama Saruca y se ha incorporado hace dos semanas (risas), echándonos un cable los fines de semana. Pero es verdad que Jándala está siendo una especie de punto de encuentro que acoge a gente de muchos sitios. Está Daniela, que es la chica al frente de Cocina Colorida. Luego está Sara, que lleva todas las redes sociales y al marketing. Karina, que es colombiana y se encarga del diseño gráfico. Andrea, que es la chica de la brocha gorda y quien nos ha ayudado a pintar todo el espacio (risas), y Masha, que es rusa y es la coctelera que viene dos veces en semana. Aunque, bueno, luego todas las chicas están entre la barra y la cocina porque consideramos que hay que aprender un poquito de todo.
¿Y en qué momento deciden emprender en Pedreña una malagueña, una colombiana, una rusa...?
Justo ayer lo estaba hablando con Andrea. Porque estuvimos recordando el día que vino aquí a hablar conmigo y se terminó uniendo al proyecto a pesar de que tenía otro trabajo en el que le ofrecían muchísimo más, pero ella sentía que le apetecía formar parte de algo. Y todas han llegado de la misma manera, como por casualidad. Todas venían con la inercia de que estaban buscando algo más, algo diferente a lo que se suele ofrecer en la hostelería. ¡Es que no he llegado a poner ningún anuncio ni nada! (risas)
Pues parece que os conocéis de toda la vida.
Sí, pero ni siquiera el hecho de que seamos todas chicas ha sido algo que fuéramos buscando. Pero es verdad que, una vez empezamos a formar el equipo, hemos sido conscientes de que estaban llegando aquí unas pedazo de mujeres y de que nos apetecía sentirnos como en comunidad para darnos apoyo.
Pues ya no solo nos falta hablar del edificio donde se ubica Espacio Jándala.
Pues estamos en un edificio muy característico de la bahía de Santander. Aquí lo llaman el edificio feo de Cantabria porque desde Santander se ve toda la bahía preciosa y, de repente, te encuentras este edificio con forma de barco que rompe completamente toda la visual. Pero nosotras queremos hacer un proyecto, colaborando con un montón de artistas, para que se cree un mural con el fin de embellecerlo. Pero todavía estamos viendo como planteárselo al ayuntamiento.