Un juez alemán dimite del tribunal sobre los Jemeres Rojos de Camboya
EUROPA PRESS
10/10/201112:38 h.El juez alemán Siegfried Blunk ha renunciado al tribunal internacional que juzga a los Jemeres Rojos a causa de las interferencias del Gobierno de Camboya, el cual, según denunció, está intentando impedir nuevos procesamientos por las matanzas.
En un comunicado, las Cámaras Extraordinarias de los Tribunales de Camboya --nombre oficial del tribunal, dependiente conjuntamente de la ONU y de Camboya-- anunciaron este lunes que Blunk había presentado su dimisión el pasado 8 de octubre después de menos de un año en el cargo.
Los dirigentes camboyanos, incluido el primer ministro Hun Sen, han expresado con frecuencia su oposición a que se amplíe el número de procesados. "A causa de estas reiteradas declaraciones, que se perciben como un intento de interferencia por parte de los responsables del Gobierno en los casos 003 y 004, el juez internacional de investigación conjunta ha presentado su dimisión", añadió el comunicado. La identidad de las personas correspondientes a esos casos no se ha hecho pública.
Hasta la fecha, el tribunal ha dictado únicamente una sentencia, la condena a 35 años de cárcel --conmutada por 19 años-- para Kaing Guek Eav, alias 'Duch', por su implicación en la muerte de más de 14.000 personas en el célebre centro de torturas de S-21, en Phnom Penh.
Actualmente se está llevando a cabo el proceso por el caso 002, que implica a Nuon Chea --'Hermano Número Dos' del régimen de los Jemeres Rojos--, al expresidente Khieu Samphan, al exministro de Asuntos Exteriores Ieng Sary y a la esposa de éste y antigua ministra de Asuntos Sociales, Ieng Thirith. Todos ellos están acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad, entre otros cargos.
El primer ministro, Hun Sen, antiguo miembro de los Jemeres Rojos, no ha ocultado su desprecio hacia el tribunal internacional y ha asegurado que la apertura de nuevos procesamientos únicamente contribuiría a abrir viejas heridas.
Se estima que alrededor de 1,7 millones de camboyanos --una cuarta parte de la población-- murieron a causa de la represión ejercida por el régimen de los Jemeres Rojos, que rigió el país entre 1975 y 1979. La mayorías de las víctimas lo fueron por torturas y ejecuciones.