El llanto de los ucranianos no será para siempre: así lo ven los refugiados que ya pasaron por ello
Así viven refugiados de los Balcanes o los afganos el éxodo ucraniano
Última hora de la guerra en Ucrania
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El éxodo ucraniano va camino de convertirse en la mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 1,5 millones de ucranianos huyen de su tierra en la ya llamada el éxodo de los peluches. Las imágenes de esta huida del horror nos recuerdan otros dramas en los que España también se volcó. Desde el conflicto de los Balcanes, en la década de los 90, hasta la reciente salida de afganos huyendo del régimen talibán, miles de personas que han encontrado una segunda oportunidad en nuestro país y ahora, con la guerra de Ucrania, reviven su pesadilla.
Halil llegó hace solo unos meses con su mujer y su hijo de dos años. Policía en Afganistán, asistió al asesinato de muchos compañeros. Su historia está cargada de un horror que espera haber dejado atrás para siempre. "Nunca, nunca volveré", reconoce a Informativos Telecinco. Superado el primer muro, el del idioma, Ayad acabó sus estudios y encontró trabajo en este hotel. En su mente, el mismo deseo desde el día que llegó a España. Su deseo de volver a Siria. Con acento vasco nos recibe Adisa, después de tres décadas en Vizcaya. Huyó de Bosnia con solo 11 años. Reconoce que con solo mirar a las madres y su cara de pçanico todo el terror vuelve a su mente. Ahora, las imágenes que llegan de Ucrania le desgarran; los mismos llantos, las mismas despedidas, los mismos sonidos…
"Escuchar las sirenas es recordar de nuevo la historia pasada"
"Cuando he oído las sirenas me ha venido otra vez el miedo, el caos, el terror", dice Adisa. Cuando huyes e intentas rehacer tu vida no todo es empezar de cero. Es partir de un punto lleno de pérdidas, pero también de esperanza. Ayda es optimista, y cree que algún día podrán volver a su país mientras que Adisa anima a los ucranianos porque siempre hay gente buena y de todo se puede salir. Halil les pide que sean fuertes. Y todos les animan, porque la vida siempre da una segunda oportunidad.
