El gobierno británico solo acepta el regreso de una yihadista arrepentida para ser juzgada

Cuatro años han pasado de la imagen que conmocionó a Reino Unido. Son Shamima y dos amigas huyendo de Londres para unirse al Estado Islámico en Siria. Cuatro años sin saber nada de ella hasta ahora. En una entrevista al diario británico The Times, Shamima, que ahora tiene 19, pide volver a casa. Está embarazada de 9 meses y ha perdido a sus dos hijos. "Necesito ayuda", implora desde un campo de refugiados en el norte de Siria, aunque asegura que no se arrepiente de unirse a los terroristas. Nada más pisar Siria, la casaron con un yihadista holandés. En Raqqa, llevaba una vida normal, con bombardeos de vez en cuando, relata. Nunca vio ejecuciones, pero sí cabezas decapitadas. Ni se inmutó. Su familia pide al gobierno británico que le deje volver, ya que apenas tenía 15 años cuando se marchó. Pero el gobierno de Theresa May se niega. Su secretario de Estado de Seguridad ha explicado en esta entrevista que si regresa será juzgada por delitos de terrorismo. Dejan claro que no van a arriesgarse y poner en marcha una operación de rescate para traerla de vuelta.

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