El Vaticano acoge una histórica cumbre contra la pederastía en el seno de la iglesia

El papa Francisco ha inaugurado una cumbre sin precedentes sobre los abusos sexuales en en seno de la Iglesia. Durante tres días se reunirán más de 190 representantes, entre obispos, líderes religiosos y expertos para discutir sobre cómo enfrentar la pederastia entre curas y religiosos enfrentando un problema que ha golpeado el prestigio de la Iglesia. El papa Francisco quiere acabar con la peor crisis de la Iglesia Católica y escuchar las exigencias de las víctimas, que piden Justicia y buscar protocolos para atajar a los religiosos pedófilos.

Peter Isely lo dice con determinación, "cero, cero, cero, tolerancia cero para cualquier sacerdote que haya agredido sexualmente a un niño. Pedimos una ley universal de la Iglesia en todo el mundo". Dicen que solo el papa puede promulgar esa ley y su castigo.

Quienes han padecido abusos en el seno de la Iglesia no comprenden por qué no se escucha su voz. Matthias Katsch asegura que están "realmente enfadados por cómo trata el Vaticano a los supervivientes. Es una falta de respeto". En la misma línea se expresa otra de las víctimas, Bernadette Howell "y es una verdadera pena que estemos fuera, en las puertas, y no podamos ser parte de esta cumbre". El papa se juega su pontificado y proclama su decisión de aplicar la línea dura a los 5.100 obispos que no asuman sus responsabilidades en los miles de casos de abuso sexual en la Iglesia. Francisco se juega el futuro de su credibilidad ante 1.300 millones de fieles cada vez más desconfiados e irritados.