En su visita al Tribunal de Estrasburgo, Sánchez elude las preguntas. Aquí se ha limitado a defender la justicia española en vísperas de un juicio, el del procés, que puede acabar en este tribunal europeo si los independentistas son condenados. Tampoco sus ministros responden sobre la polémica del relator ni sobre sobre la creación de una mesa de partidos estatales, que según la Generalitat, habría aceptado el gobierno. Ante el silencio del Gobierno se escuchan las críticas de algunos barones socialistas, encabezados por García Page, que reclaman, ante esta crisis, reunir al partido. Y junto a él, los presidentes de Aragón y Asturias que ayer aplaudían el discurso de Alfonso Guerra contra el relator, junto a dirigentes de PP y Ciudadanos que ya habían convocado a manifestarse contra Sánchez.