Hasta Chile ha llegado el asunto de la defensa del juez Pablo LLarena. Si ayer fue la ministra de Justicia, Dolores Delgado, la que negó fisuras entre los poderes del Estado. Esta madrugada, Pedro Sánchez, junto a Sebastián Piñera, ha dicho que la demanda civil interpuesta en Bélgica por Carles Puigdemont contra Llarena "no es una cuestión privada, sino de Estado".