El otoño caliente que nos espera con Cataluña, entre los lazos y la insistencia de referéndum

El balcón del Ayuntamiento del Penedés era un escaparate del independentismo: Telas gigantes pidiendo la libertad para los políticos presos, banderas y lazos amarillos. El presidente de la Generalitat en el balcón junto a sus fieles que vuelven a pedir al Gobierno un referéndum, otra vez. Ya lo hicieron en 2014 durante el Gobierno de Mariano Rajoy y la respuesta fue no, pero insisten en algo que ahora creen que podrán conseguir.

Ciudadanos pide amparo al Defensor del Pueblo, porque dicen sentirse indefensos ante el empuje de los independentistas. El PP no pierde el tiempo en criticar a Pedro Sánchez por lo que llama su inacción y su falta de decisión en actuar contra las iniciativas de los nacionalistas. Como esta del Ayuntamiento de Vic, que cada día reproduce un sermón independentista a las 20:00 horas, tras el repique de las campanas del reloj del consistorio. “No normalicemos la situación de excepcionalidad y urgencia nacional. Recordemos cada día que hay presos políticos y exiliados. No nos desviemos de nuestro camino: la independencia de Catalunya”. Así, esta letanía cada tarde, todo un panorama que hace augurar un otoño caliente.