Bienvenido míster crucero: vítores en Málaga a los turistas burbuja primer crucero en 15 meses
El ‘Mein Schiff 2’ de la naviera alemana Tui, procedente de Canarias, atracaba temprano en el puerto de Málaga más de un año después
Carlos Rubio, Presidente Autoridad Portuaria esta radiante. "Por fin podemos decir que se reanuda la actividad de cruceros"
Es el pistoletazo de salida para la vuelta del turismo internacional este verano. Y sí que se ha celebrado
Felices y contentos de volver a pisar nuestro país están los alemanes que han atracado en el puerto de Málaga en el primer crucero que llega a España 15 meses después. Han sido recibidos a lo grande con guitarras, banderas y muchos gritos por parte de todos, ellos los primeros, de Viva España. Era como para volver a brindar y se hizo. Mil alemanes han llegado a Málaga. Carlos Rubio, Presidente Autoridad Portuaria esta radiante. "Por fin podemos decir que se reanuda la actividad de cruceros".
Lo necesitaba la sociedad, ver esos turistas recorriendo las calles. Como dicen los vecinos, ya era hora de volver a la rutina, estamos viendo un poco de luz". Ver, aunque sea en grupos burbuja a los turistas en la Alcazaba, el teatro romano, la catedral o el Museo Picasso alegra la vista. Como dice una guía turística a Informativos Telecinco, los turistas nos dan la vida. Es el pistoletazo de salida para la vuelta del turismo internacional este verano. Y sí que se ha celebrado.
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El ‘Mein Schiff 2’ de la naviera alemana Tui, procedente de Canarias, atracaba temprano en el puerto, en torno a las seis de la mañana, para hacer una escala en la capital antes de poner rumbo a Mallorca esta tarde. No obstante, la situación sanitaria obliga a mantener una actividad muy controlada de los desplazamientos e interacciones de los 700 pasajeros que, desde las 8:30 de la mañana han abandonado el barco de forma escalonada para visitar la provincia.
Algunos visitantes harán una ruta cultural por la capital malagueña, otros visitarán Puerto Banús en Marbella o el Caminito del Rey. El objetivo es reducir al máximo la interacción con la población local y mantener definidos los grupos sociales para minimizar el riesgo de contagio.
Y aunque la actividad se ha retomado, los cruceros deben mantener unas estrictas normas de seguridad, entre ellas, una reducción de entre un 60% y un 70% de la capacidad de los buques, la obligatoriedad de que los cruceristas cuenten con una PCR negativa y hasta tres pruebas serológicas negativas en el caso de la tripulación, además de realizar un periodo de aislamiento preventivo.