En lo que va de año 27 menores han sido asesinados, víctimas de la violencia machista. Además, 213 han quedado huérfanos en cinco años. Las últimas víctimas han sido las niñas de Castellón a las que una jueza denegó las medidas cautelares, entre otros motivos porque su madre seguía viviendo en la misma calle que su maltratador. Los expertos hablan de la necesidad de un cambio en el protocolo de protección.