La policía se negó a pactar con los abogados de Isco Tejón "El Castañas": "Lo pillaremos"
El último castañitas, Francisco Tejón, alias Isco, se entregaba en la playa de La Atunara, en el bar pactado con la policía. Estaba acorralado y a punto de ser detenido. Vivía oculto, haciendo salidas de noche para no ser reconocido, según dice la policía, pero se permitió participar en este videoclip, con un amigo rapero. Fue grabado en su barrio. Es La Atunara donde su familia le ha protegido todo este tiempo. Las escenas del videoclip están la mayoría grabadas en sus casas, sus piscinas, su gente. Una demostración de piña que no de fuerza porque la policía ya sabía cuando salió el video, que Isco estaba en una de esas casas. Es el barrio donde los narcos se camuflan cuando son perseguidos alijando. Los helicópteros les hostigan y sobrevuelan las calles polvorientas, amedrentando a los traficantes, o mejor dicho sin conseguir amedrentarles. Las casas están comunicadas. Aquí guardan la droga y el dinero de los Castañas que todavía no ha sido encontrado. No lejos de este barrio fue detenido su hermano Antonio Tejón, el verdadero jefe del clan. Acaban de volver a la península los dos hermanos, desde Marruecos donde estaban cobijados tras la operación que se llevó por delante a 30 de los suyos. Un soplo a tiempo les permitió huir a Marruecos en una de sus narcolanchas. Les vigilaron allí y esperaron las visitas de sus mujeres. Antonio, más “mujeriego” tropezó en la trampa y fue detenido junto con un sobrino. Entraron en prisión pero un problema burocrático les puso en la calle de nuevo. Y así los hermanos se reunieron de nuevo y regresaron a La Línea. Hasta que Antonio entro en otro barrio vecino pero gemelo; cometió de nuevo un error al visitar a una novia, y cayó. Desde ese momento que encarcelaron a su hermano, Francisco negociaba a través de los abogados; quería libertad a cambio de colaborar, como hizo otro capo, el Messi de la droga, pero la fiscalía se negó. Según la policía el dinero del narcotráfico sigue oculto, y sus clubes, taxis y demás negocios presuntamente montados para blanquear, siguen en manos de sus familiares. La fiscal lo dejó claro: “No hay pacto, ya lo pillaremos” Y lo han pillado. La única petición que ha hecho es no ir a la prisión de Córdoba donde su hermano ha denunciado un trato injusto. De momento está en al de Albolote.