Miriam da una lección a los que la acosaban por su tartamudez

Hablamos con Miriam. La escuchamos atentamente. Dice que habla por los codos (nosotros lo confirmamos) pero nos pide paciencia y tiempo. “Me atranco al hablar… y qué. Yo soy así". Pese a ser una persona con tartamudez ahora no hay quien la pare. Aunque en los años de colegio callaba al sufrir el infierno del acoso escolar. “Me insultaban, no se me acercaban. Para ellos era invisible, totalmente invisible”, nos cuenta apenada. La soledad y el miedo la hicieron esconderse del mundo. Miriam intentó dejar de hablar para ver si así la aceptaban pero el bullying continuó. Incluso llegó a pensar en dejar de decir palabra para siempre. Superó el peor momento de su vida y ahora sueña con ser profesora para evitar más sufrimientos en las clases. Hoy lo intenta siendo la imagen de la Fundación Española de la Tartamudez, la representante del medio millón de personas con este desorden en el habla. Personas a las que les molesta infinitamente que les corten las frases, que les interrumpan o que les miren con caras raras. Miriam, valiente, alza su voz gritando #YoNoMeCallo, así de claro.