Nueva fotografía del violador fugado de una prisión de Cantabria con su mujer, trabajadora social
Muy atentos a la imagen del violador con el pelo corto porque podría llevar este aspecto. La policía ha registrado la casa de Torrelavega en la que Guillermo Fernández Bueno vivía con su mujer cuando salía con permisos, y ha llegado a la conclusión de que se han fugado juntos y tenían un plan perfectamente diseñado. La policía y la Guardia Civil han pedido ayuda a Interpol porque podrían estar ya fuera de España, y se colgarán sus fichas con prioridad roja. La última vez que los vecinos les vieron fue el 1 de julio y los vecinos se acuerdan porque España perdió con Rusia en el Mundial de futbol. Les vieron descargando muchos bultos, pensaban que llegaban de vacaciones. Nadie sabía que ella era una trabajadora social de prisiones que había conocido a un violador y se habían casado en 2012. El violador ha tenido dos permisos de 7 días en el mismo mes y los ha aprovechado para vaciar la celda. Eso también creen que formaba parte del plan porque los permisos se suelen dar cuatro al año, como máximo, y distanciados. Había cumplido casi 18 años de condena y le quedaban ocho. No le daban el tercer grado y la Junta de Tratamiento se opuso a sus permisos, pero los jueces se los daban gracias a su relación estable con la trabajadora social, voluntaria de prisiones. Y a los cursos de todo tipo que hizo aparentemente para rehabilitarse. Fernández Bueno estaba clasificado como sádico agresivo, pero los expertos advierten de que un psicopata puede manipular y seducir durante años para conseguir su objetivo.