Los 10 años de ‘La que se avecina’: El antes y el después de los montepinarianos

Los Cuquis siempre van a ser nuestro Cuquis preferidos porque empezaron siendo una pareja muy ‘pijil’, y han acabado siendo una pareja de divorciados poco convencional. Ella una exitosa escritora de literatura erótica manteniendo a su exmarido, y él sigue siendo un ‘gañán’, pero reconvertido en hombre florero.

Político por vocación con una familia casi perfecta y viviendo en un bajo con jardín, Enrique quiso ser un hombre perfecto. Pero vivir en Montepinar te puede cambiar la vida de un plumazo: divorciado, con okupas en casa, con un amigo detestable, Papuchi a ratos...

La exmujer de Enrique ya no es la misma persona que cuando llegó a Montepinar. Cambió su peluquería por un mundo más místico y espiritual, dejó a un marido al que no amaba por una mujer y aprendió que la mejor manera de acabar una relación es mediante una carta.

La vedette llegó porque quería estar junto a su familia unos 'diítas' y acabó siendo una pesadilla para Javi. Eso sí nadie va a olvidar jamás su 'Fresquibiris', su maleta Samsonite, su amor por los 'whisquitos cortitos', su cinta Beta...

Estar en todas partes y enterarse de todo antes que nadie, era su principal objetico en Montepinar. Pero lo que más le gustaba era fumar cigarros, asomarse al balcón, insultar al pescadero, molestar en las juntas... la cotilla número 1 de los rellanos.

Los recién casados llegaron siendo unos tortolitos, una pareja de esas que siempre les tienes envidia por el amor que se tienen. Sin embargo, después de 10 años lo suyo no ha sido un camino de rosas: unos suegros impertinentes, unos supuestos cuernos y una hija, les han hecho cambiar y mucho.

Alta, delgada, bella, inteligente, carismática... una psicóloga que volvió loco a Papuchi y que intentó psicoanalizar a los montepinarianos sin éxito. Su afán por encontrar el amor la llevó a su propia locura, y es que la 'comecocos' lo intentó con todos hasta 'pinchó' con el propio Amador, eso sí sin éxito.

"¡Ay, mi Leo!", los Leones nunca te olvidarán. Un 'single' que hizo lo que pudo por corregir a Amador mientras que veía que nunca le iba a devolver los 50.000 euros que le prestó, pero que aún así era el mejor León de Montepinar.

Ser el conserje de Montepinar no era lo suyo, prefirió montar un gran negocio en el 'Max&Henry', vivir con Ana Rosa (su muñeca hinchable) e idear los mejores planes de los Leones. Pero lo que más le gusta hacer en la comunidad era ir desnudo por todas partes.

Ella es una mujer que ha aprendido a vivir del cuento, no le gusta trabajar, prefiere vivir de los demás y tener hijos para que la mantengan. Y es que el Recio la paga por ser la 'Bicho' de los rellanos para hacerle el trabajo sucio al pescadero.

La rubia más rubia de Montepinar no ha tenido nada fáciles las cosas en la comunidad de vecinos. Primero tuvo que lidiar con los montepinarianos cuando llegaron a los pisos de alto standing que ella les vendió, y después se volvió loca por buscar a su príncipe azul.

Si Berta empezó siendo una mujer conservadora, sumisa, autocomplaciente..., nuestra beata montepinariana se reconvertía en una mujer liberal. Mientras que Recio nunca ha dejado de ser el Rancio, un mayorista que es capaz de sacar de quicio a cualquiera.

Él lo tiene claro, lo mejor de este mundo es estar tumbado en un sofá viendo el fútbol sin que nadie le moleste. Un hombre de familia que prefiere antes dejar este mundo para siempre que hacer un esfuerzo físico.