Enrique y Araceli debutan como alcalde y primera dama del consistorio
Una llamada de la dirección de su partido pondrá fin al apacible retiro de Enrique: la alcaldesa ha sido imputada y él debe convertirse en el nuevo regidor del ayuntamiento hasta que finalice la legislatura. Tras aceptar la propuesta, su vida se convertirá en un infierno: las presiones de su partido, los oscuros intereses económicos de diversos lobbies y el continuo acecho de vecinos y allegados determinados a sacar provecho de su amistad serán una constante. Decidido a no transigir con las múltiples peticiones, no tardará en recibir las primeras amenazas. Aconsejado por su asesora, convencerá a Araceli para que ejerza de primera dama en los actos públicos. Su exmujer desatará el interés de dos pretendientes: Fermín y el señor Zhong, un poderoso inversor chino.
