Cinco escenas claves que nos acercan a 'La verdad'

telecinco.es 05/06/2018 00:26

Incapaz de creer que Lalo hubiera tenido algo que ver con el cautiverio de su hija Paula, Lidia McMahón ha ido a buscarle para pedirle explicaciones. Llena de dolor ha intentado confiar en que Lalo no sería capaz de hacer algo así, pero no podía creer que fuera capaz de que le pidiera una entrevista. Lalo asegura que está intentando protegerlas, pero ella no cree que si no la protegió en su momento, lo vaya a hacer ahora. ¿De qué la tenía que proteger? ¿Por qué saben que Lalo no sería capaz de hacerle nada a Paula? ¿Es su hija?

Intentando que su vida regrese a la normalidad, Lidia McMahón decide llevar a su hija al centro de Santander de compras. Al encontrarse a una amiga de la familia y para evitar comentarios desagradables, Lidia le pide a Paula que la espere en el coche, pero antes de que llegue, un coche intenta atropellarla. Se trata de uno de los hombres de Fonseca quién le advierte de que hay mucha gente pendiente de sus movimientos y que es mejor que tenga la boca cerrada. ¿Por qué tienen tanto miedo de que Paula hable? ¿Sabe Paula quiénes eran sus secuestradores? ¿Está su padre Fernando García relacionado con su desaparición?

Dispuesto a aprovechar la fijación que Paula siente por él, el inspector Marcos Eguía intenta ganarse la confianza de Paula porque tiene la sensación de que alguien la tiene amenazada para que no hable. En un intento de que Paula confié en él y que descubra que puede entender cómo se siente, le lleva a la casa en la que veraneaba con sus padres de pequeños y le confiesa que su padre mató a su madre cuando él tan solo tenía 12 años. Sin embargo, Paula se mantiene hierática en su postura y su única reacción es volverlo a besar.

Cansado de ser el malo de la película y dispuesto a cumplir la promesa que le ha hecho a Lidia MacMahón de dejarles tranquilos, Lalo Ruíz le pide a Marcos Eguía que no le vuelva a pedir ayuda ni contarle nada del caso de Paula García. El inspector no entiende nada y le cuesta mucho creer que haya sido Paula la que dejó el móvil de Herrera en el coche del periodista. Lalo no tiene pruebas de nada, pero está seguro de que la joven es una manipuladora y que no es Paula porque “Paula García está muerta”.

A los inspectores Costa y Eguía no les cuadra que alguien secuestre a la hija del hombre más importante del país para meterla en una trata de blancas y están perdidos, y su única esperanza es saber algo más de Ricardo Vega, el hombre al que llamaron desde el móvil de Andrés Herrera. Sin embargo, el GPS de Herrera les da una nueva pista. Una de las últimas direcciones que visitó fue un almacén en Madrid en el que trabaja Mijail Baranov, un hombre con antecedentes penales por multitud de delitos entre los que se encuentra el tráfico de mujeres. ¿Será él el hombre que vendió a Paula a Herrera? ¿Qué relación tiene con la desaparición de Paula?