Candela y Massimo planean un romántico reencuentro: "Espero verte pronto"

  • Candela es arrestada por okupar el local de Ignacia

Después de su furtivo encuentro en Praga, Candela y Massimo son incapaces de dejar de soñar el uno al otro. Dispuesto a poner fina a la situación, el italiano llama a sevillana por teléfono.

Sin embargo, pese a sus ansias por contárselo todo el uno al otro, la conversación se ve interrumpida por una fatal noticia. Ignacia ha decidido cerrar la academia de Candela por no cobrar el alquiler. Muy enfadada, decide convencer a los habitantes del pueblo para okupar el local.

Mientras en Roma, la vida de Massimo de un vuelco. La empresa de los Salvatori se va al pique debido a una gran cantidad de dinero desaparecida. El protagonista descubrirá que quien ha sustraído ese dinero no es otro que su padre, quien lleva años haciéndose pasar por enfermo mental.

En el calabozo, Candela se decide a llamar a Massimo y esta vez si tiene lugar la conversación que ambos esperan. "¿Qué tal te ha ido el día?", le pregunta el italiano. "No sabría ni por donde empezar", responde ella. "El mío mejor que ni te cuente", le asegura él.

"Hay días en los que que parece que todo va en contra", comenta la bailarina. "Bueno, pero depende de cómo acabe", dice el romano . Candela no se anda por las ramas y va directa al grano: "¿Qué vamos a hacer?", pregunta. "No lo sé, ¿tú que dices?", quiere saber él. "Yo no tengo ni idea, tú se supone que eres el experto en planes", responde ella.

"Ni hablar, llevo organizando toda mi vida, me he cansado, prefiero algo improvisado", cuenta Massimo."Déjate de improvisaciones que siempre que lo he hecho me ha salido mal", asegura Candela. "¿Cuando nos veremos?" pregunta él. "Espero que pronto", desea ella.