Sara y Rafa discuten acerca de la boda. El joven arquitecto no entiende a su chica y le sorprende que Sara consienta las críticas de la familia con tal de tener una boda por todo lo alto. Afortunadamente para ellos, Lourdes, Arturo e Isabel no llegan a escuchar la discusión aunque se encuentran presentes. Finalmente, Rafa decide dejar el tema de casarse en suspenso, y sale del loft enfadado.
Arturo se molesta con Rafa por haber dejado la casa de ese modo y le comenta a su hija que no aprueba que se case con un hombre tan vehemente.
De vuelta en la constructora, Sara y Rafa vuelven a discutir porque ninguno de los dos quiere ceder. Sara, entonces, tiene una horrible pesadilla; se va a casar y el novio resulta ser Eduardo. La posibilidad de perder a Rafa hace recapacitar a Rebeca que decide ceder y proponer a su chico casarse ese mismo día ¿qué contestará Rafa?
Mientras, Eduardo persiste en su intención de seducir a Rebeca, que empieza a sentir algo por él. Sin embargo, las intenciones de su abogado no son tan cristalinas como quiere hacerlas crerr y decide deshacerse de los testigos que puedan declarar a favor de Sara y la engaña diciendo que no ha aparecido ninguno.
Por otro lado, Pedro, alentado por Susana, comienza una campaña pacífica a favor de la retirada de la demanda contra la nueva Sara. Gracias a eso, el mismo día de la vista, aparece un nuevo testigo llamado Ibrahima.
Sin embargo, Eduardose las ingenia para que, sin que nadie se entere, Ibrahima tenga miedo y finalmente opte por no presentarse.