Ver juntos en una pequeña exposición los coches que hicieron historia en las 24 horas de Le Mans es un lujo que tiene un valor incalculable.

Y esto fue algo de lo que pudimos disfrutar en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra. La organización fue capaz de reunir los monoplazas que escribieron páginas memorables en esta mítica carrera de resistencia y mostrarlo en una exposición única.

En sólo unos pocos metros cuadrados se encontraban máquinas históricas como el Chénard-Wálker. Este coche de color azul que llevaba el número 9 y que fue el primer ganador de esta prueba de resistencia.

Por supuesto, no faltaron prototipos de competición de Porsche y Ferrari, auténticos protagonistas de las primeras ediciones y que forjaron su leyenda en este escenario.

Otra joya increíble que lució en la muestra suiza fue el Ford GT40 que ganó la carrera en 1966 de la mano de Bruce McLaren y Cris Amon. Ahora, este automóvil tiene un valor que supera el millón de euros.

Unos metros más allá se encontraba el espectacular Matra que cruzó la meta en primer lugar en la edición de 1973 con Henry Pescarolo y Gerard Larrousse compartiendo volante. Junto a él estaba el Alpine Renault que venció en 1978 con Didier Pironi al frente.

Tampoco faltaron los coches que brillaron en la década de los 90 como este Jaguar XSR de 1990, el Mazda 787B de 1991 pilotado por Weidler, Herbet y Gachot y el Peugeot 905 de 1992 que triunfó con Wárwick, Dalmás y Blundell.

Y por último, los Audi que han dominado la escena en la última década. Así fue un paseo inolvidable por la historia del automovilismo de competición. Pura magia.