Experiencia Volvo en Jarama

Experiencia Volvo en Jarama
telecinco.es
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Seguridad, seguridad y más seguridad. Esto es lo que pudimos experimentar hace unos días en el Circuito del Jarama, donde vivimos en primera persona la duodécima edición de las jornadas de conducción segura de Volvo.

Para comenzar nos adentramos en el circuito, donde pudimos probar a fondo el nuevo V40 y el V60 circulando detrás de un monitor que hizo las funciones de guía. Mientras que seguíamos sus trazadas por el asfalto, pudimos comprobar las cualidades dinámicas de ambos modelos y, sobre todo, la nobleza de las reacciones de ambos coches cuando se abordaba con decisión las curvas más complicadas del trazado madrileño.

Después nos fuimos hasta la zona 4x4, donde tuvimos la oportunidad de comprobar el funcionamiento del control de descenso de pendientes, previa activación del sistema gracias a un botón situado en la consola central. Un sistema que cuando se activa exige que soltemos los pedales en la bajada y, él solo se encarga de frenar las ruedas de manera independiente, evitando que el coche se deslice sin control. Después llegó el turno de subir una pendiente similar usando el acelerador. Cuestión de tacto, porque la verdad es que el coche hizo el resto.

Además, otro de los tramos que nos habían preparado los responsables de Volvo era transitar por una pendiente del 30%. Un obstáculo que el Volvo XC90 superó sin problemas, para después intentar pasar este cruce de puentes. Con tres ruedas sobre la superficie deslizante, el sistema “DTSC” y el control de tracción distribuyen la fuerza de tal manera que el coche supera el obstáculo, enviando potencia y par a la rueda con máxima adherencia.

Por último pasamos a la zona de pruebas, donde otra de las novedades en seguridad presentada por la marca sueca fue el “Pedestrian and Cyclist Detection”, que es un sistema destinado a evitar los atropellos a personas o ciclistas. El software con que cuenta el sistema incorpora un escaneo rápido y eficaz del recorrido que existe por delante del vehículo. Para ello, lleva instalado un radar integrado en la parrilla frontal, una cámara de alta definición en el espejo retrovisor interior y una unidad de control central.

El sistema es capaz de detectar situaciones críticas como cuando un ciclista realiza una maniobra inesperada o una madre pasea con un carrito de bebe. En ese momento, el sistema alerta al conductor de la situación y aplica el sistema de frenado automáticamente para evitar la colisión, siempre que circulemos, eso sí, por debajo de 35 km/h.

Otra de las pruebas se realizó en un circuito muy revirado, montado con cientos de conos para comprobar la eficacia del ESP y del ABS ante situaciones límite, como por ejemplo, esquivar un obstáculo o una curva cerrada de 180º cuando se rueda sobre un pavimento deslizante totalmente encharcado.

Para finalizar la zona de pruebas, pudimos probar el nuevo sistema de aparcamiento automático de Volvo, que calcula el espacio disponible para estacionar y él solo inicia el movimiento. Una maniobra en la que nosotros únicamente debemos colocar la velocidad o pisar el embrague o el freno si disponemos de un cambio automático.

Todo esto es lo que pudimos probar en una jornada en la que una cosa nos quedó clara: la seguridad sigue siendo una pieza fundamental en el desarrollo de Volvo. Una marca que utiliza la tecnología más avanzada con un solo objetivo: salvar vidas.