La semana pasada pudimos ver en vivo y en directo en el salón del automóvil de Frankfurt la última joya de Ferrari, un coche que monta todo lo aprendido en más de 50 años de competición al máximo nivel. Su nombre lo dice todo: 458 Speciale, eficacia pura.
Hoy os vamos contar más detalles de cómo este coche se ha convertido en una de las máquinas más rápidas que Ferrari ha construido en toda su historia. Y es que la última tecnología en el estudio del viento está presente en el Speciale. Algo que ha provocado el que según los responsables del Cavallino, éste sea el coche más aerodinámico que han fabricado jamás.
Bajo su impresionante carrocería ocurren muchas más cosas de las que parece a simple vista: a partir de 170 km/h la entrada de aire frontal se cierra para reducir el aire que entra en los radiadores y disminuir de esta manera la resistencia al avance. y a partir de 220 km/h un doble difusor colocado bajo los tubos de escape se despliega para generar hasta un 20 % más de carga y equilibrar el coche a alta velocidad.
Además, el capó tiene una apertura que redirige el flujo de aire alrededor del coche, y unos aletines laterales en el spoiler delantero y delante de la rueda trasera que mejoran el paso del viento por el lateral del vehículo.
Con todo esto, su motor V8 con 605 CV y una dieta de adelgazamiento de 90 kilos, han convertido al 458 Speciale en el segundo coche más rápido de la marca en el circuito de Maranello. Sobran las palabras.