Hace unas semanas os mostramos la prueba del nuevo Mazda 6 Wagon y hoy continuamos con la marca japonesa para mostraros como va una de las grandes sorpresas en la categoría de los todocamino: el CX5.
Y es que este coche está llamado a ser uno de los modelos más efectivos de Mazda. Nosotros lo hemos probado, y es un automóvil que nos ha sorprendido sobre todo por su diseño, confort y dinamismo.
El aspecto del nuevo Mazda es moderno y presume de una carrocería musculada. En su diseño destaca la parrilla delantera en forma de diamante, sus faros alargados y sus defensas agresivas. Una combinación que da como resultado una estética deportiva y desenfadada.
El habitáculo es de estilo oriental y en él destaca una buena ergonomía y un gran espacio. Además, el cuadro de mandos está orientado hacia el conductor y se ha prestado una atención especial al diseño, a la calidad, y sobre todo, a la funcionalidad. Un cuadro que cuenta con una gran pantalla para el navegador, mientras que el volante tiene un diseño nunca visto en Mazda.
Un espacio útil que se ha completado con uno de los maleteros más grandes de su categoría, al tener una capacidad de 500 litros, que aumentan hasta más de 1000 si abatimos los asientos traseros.
Por otra parte, el CX-5 es el primer vehículo de Mazda en fabricarse con el sistema Skyactive. Una tecnología de construcción que reduce el peso del conjunto hasta en 100 kilogramos. Una dieta que se nota, y mucho, en el consumo.
Nuestra unidad equipa el motor más potente de la gama: el 2.2 litros con 4 cilindros y 175 CV. Un propulsor que conjuga eficacia con eficiencia y, que además, es muy progresivo y agradable de conducir.
El CX-5 registra un consumo medio de solo 5,5 l/100km, un gasto muy contenido si tenemos en cuenta que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9.4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 204 km/h.
Así es el Mazda CX-5, un SUV con muchísimo nivel que ya está disponible desde 24.700 euros.