En este contenedor se esconden dos bestias, el Audi a1 quattro y el piloto del DTM Timo Scheder que se encuentra a los mandos. Por delante, una obra llena de barro y obstáculos, ideal para hacer una autentica gymkana.

El a1 quattro es uno de los modelos más exclusivos de Audi de todos los tiempos. Una edición limitada a 333 unidades, y buena muestra de su éxito es que hace meses que están todas vendidas.

Tiene un aspecto espectacular, aletas ensanchadas, llantas de 18 pulgadas, un imponente alerón y una imagen de coche de rallye de los años ochenta. Elementos que unidos dan vida a una máquina simplemente alucinante.

Bajo su carrocería encontramos una mecánica que poco tiene que ver con lo que se espera de un coche urbano como el a1 ya que monta un propulsor 2 litros turbo con 256 caballos que va unido a una transmisión quattro con una caja de cambios de seis velocidades.

Por eso no es extraño que con esta máquina, el dos veces campeón del DTM sea capaz de hacer cosas como estas, en las que el suelo se queda corto (salto).

Estoy seguro que algo mas es lo que es capaz de hacer Timo Sheider con un a1 que acelera de 0 a 100 en 5,7 segundos y que tiene un precio de 56.000 euros. Eso sí, seas quien seas, al terminar, hay que limpiarlo.