La historia de Afriyie Acquah es la de un joven que pasa de la calle a la élite del fútbol. Actualmente en el Parma, el centrocampista ghanés ha entrado en la lista de 23 convocados de su selección, y a punto está de cumplir su sueño de jugar en el Mundial de Brasil.
La suerte del jugador ghanés empezó a cambiar cuando a los 12 años un ojeador de la Academia Glentoran supo ver en él sus increíbles cualidades. "La academia me vio un día y decidió ayudarme. Christopher Antoh alabó mi talento y pronto me dio una oportunidad para viajar a Belfast, donde tuve la ocasión de poder entrenar con el primer equipo del Glentoran", asegura Acquah en declaraciones a la web de la FIFA.
Con 15 años a punto estuvo de firmar con los Glens, pero las normas vigentes impidieron su fichaje. El jugador no desistió, y comenzó a labrarse un futuro entrenando con el Bechem United. En una gira por Italia llamó la atención del Palermo, que contrató sus servicios en 2011. Dos temporadas después y como futbolista del Parma, decidió cambiar de aires y fichar por el Hoffenheim. "Marcharme al Hoffenheim fue un momento muy emocionante para mí. Siempre he soñado con jugar al máximo nivel, y ese fichaje supuso para mí un nuevo paso en ese trayecto", declaró.
Tras su breve paso por Alemania, volvió al Parma. Su gran temporada en el equipo de Roberto Donadoni le ha hecho ganarse la confianza del seleccionador de su país. Acquah está convencido de que jugar en el Mundial podría abrile más puertas: "Se trata de un nivel altísimo y, después de eso, uno puede estar seguro de atraer el interés de equipos más importantes. Sueño con marcharme a un gran club".