En su tierra se relaja y completa su entrenamiento con deportes como el esquí acuático. Le encanta la naturaleza, los animales pero sin duda, con lo que más disfruta es con los cacharros que llevan motor.
Su última adquisición, un jet privado que ha adquirido hace unos meses, aunque no se pone a los mandos, a diferencia de su padre. Donde Nelsinho es un experto es en el Karting. Allí comenzó a dar sus primeros pasos, y con ocho años disputó las primeras carreras.
Con los kart se formó como piloto. Ahora compite y tiene auténticos piques con su padre y su hermano pequeño, otro que también lleva el motor en la sangre.
Su casa
El hogar de Nelsinho en Brasilia es un pequeño museo de la Fórmula 1. Está repleta de trofeos y fotos. Pero de todos sus hermanos, seis concretamente, sólo él se dedica profesionalmente a ello. En su casa se respira automovilismo en cada rincón. Nelsinho tuvo que dejarla a los 17 años. Se trasladó a Oxford para ganar la F3 británica y ser subcampeón de la Gp2.
De ahí dio el salto a Renault como probador, y este año su sueño se convierte en realidad: Debuta por fin en la máxima categoría. Aunque los sueños de los Piquet van más allá: Quiere ser el primer campeón brasileño después de Ayrton Senna.