Pablo Iglesias es increpado e insultado por un grupo con simbología fascista. Cuando se dirigía a la sede de una ONG que había sido destrozada por grupos ultras, le impiden el paso y casi hay contacto físico en unos momentos de gran tensión, pero su seguridad personal, miembros de Podemos y la policía nacional se encargan de evitarlo. Una escena que muestra la crispación en aumento en Madrid ante las elecciones del 4 de mayo.
Por segunda vez fracasa el intento de Pere Aragonés, el candidato de Esquerra Republicana, de convertirse en president de la Generalitat. La abstención de Junts, pone de nuevo en evidencia el desacuerdo del bloque independentista. Junts exige un papel relevante para Puigdemont frente a un Aragonés que no admite tutelas. La oposición califica la situación de lamentable y critica lo que considera una lucha de poder.
La cuarta ola empieza a asomar aunque hay quien ya le ha visto la cara y a quien no le intimida su amenaza. Madrid es una de las tres comunidades que superan los doscientos casos por cada cien mil habitantes. Nueve están por encima de los cien.
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