La original carta de un tendero de Sevilla al autor de la pintada a su negocio: "¡Qué lejos va a llegar!"

El día que Paco se despertó y encontró una pintada en la puerta de su local tenía dos opciones. "O le insulto y no consigo nada o me lo tomo a risa", dice este tendero del barrio de Los Remedios de Sevilla que finalmente se decidió por la segunda opción. Y así escribió una carta respondiendo al autor de la primera pintada que recibía su negocio en sus siete años de vida.

"Quería enviarle un cordial saludo y un mensaje", empezaba diciendo Paco que asegura que aún le cuesta entender el mensaje, "no me ha quedado claro lo que ha querido transmitir con su excelente pintura". Es por eso que le pide no una explicación, sino una interpretación. "Agradecería tuviera la amabilidad de presentarse en la tienda para explicar tal dibujo a mano alzada".

"Al ser un neófito en este, tan audaz estilo pictórico, no soy capaz de interpretar qué deseaba expresar", continúa el tendero, "quizás me sepa definir que pretendía transmitir con su obra artística que, imagino, parece ser un autorretrato". Por ello le invita formalmente a pasar por la tienda "y ya, de camino, que le pegue un limpiado a las cancelas para que se pueda observar mejor ese inigualable estilo que presenta".

Incluso, el tendero está dispuesto a devolverle el favor. "Si le parece menester, podría ir a visitarlo a su casa para tratar de devolverle humildemente el favor, ya que me defiendo en la pintura (aunque no a ese nivel, claro está)", comenta entre bromas.

La pintada en el ultramarinos de Paco no es la única que se ha realizado en el barrio, el autor también ha dejado su sello en otros locales. "Aprovecho para enviar otro saludo a los vecinos de los locales anexos, que también han servido de lienzo para este inefable artista", al que el tendero asegura que debe ser el orgullo de la familia, "¡qué lejos va a llegar!".

Continuando con el sarcasmo, llega a preguntarle por el valor de su pintura. "No sé a qué galería debo dirigirme para tasar esta obra, ya que podría ser de incalculable valor e igual me permite jubilarme antes de tiempo", asegura el dueño del ultramarinos.

Antes de terminar y como acto de buena fe y promoción de la cultura, Paco asegura que la visita para contemplarlo es gratuita. "De hecho, no dudéis en contemplar tan laborioso trabajo in situ, no sea que algún gamberro lo estropee", comenta en su mensaje, "difundan que no hay problema por mi parte, que para eso está el arte, todo un patrimonio de la humanidad, ¡caramba!"

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