Violencia de género

La justicia sentará en el banquillo a David Bravo, exdiputado de Podemos, por un presunto delito de violencia de género

David Bravo. Redacción Andalucía
  • David Bravo habría "insultado, vejado y agredido psicológicamente de forma reiterada a la denunciante entre 2020 y 2021"

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SevillaEl abogado y exdiputado de Podemos, David Bravo, tendrá que sentarse próximamente en el banquillo de los acusados por un presunto delito de violencia de género. La Audiencia provincial de Sevilla ha citado a Bravo para procesarlo por presuntos malos tratos hacia su expareja. Según el auto al que ha tenido acceso Informativos Telecinco, el exdiputado de Podemos habría presuntamente agredido de forma psicológica y continuada a su expareja mientras esta se encontraba embarazada, situación que continuó una vez que su hijo ya había nacido.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla ya desestimó el caso en un auto de fecha 3/02/2025. En él decretaba el "sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones", puesto que calificaba los hechos como un "delito leve, al estimar la inexistencia de indicios bastantes de la comisión de un delito de violencia psíquica habitual, pues la declaración de la denunciante no cuenta con el suplementario apoyo de datos objetivos que la avalen".

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Pero tras el recurso presentado por la presunta víctima, la expareja de Bravo, ahora la Audiencia provincial de Sevilla ha decidido admitir a trámite la demanda, porque considera que existen indicios de que David Bravo habría "insultado, vejado y agredido psicológicamente de forma reiterada a la denunciante entre 2020 y 2021, incluso durante su embarazo y tras el nacimiento del hijo común".

Versión de la presunta víctima

La presunta víctima de David Bravo, en su declaración judicial, ratificó la denuncia presentada y afirmó que a lo largo de su relación con el investigado, "éste le ha amenazado con destruirle la vida diciéndole que la va a machacar porque está sola", según recoge el auto.

También explica que "a lo largo de su relación el investigado la ha llamado fracasada, puta borracha, que era una mierda de persona, hija de la gran puta, puta basura, gilipollas; que le ha lanzado comida, que ha pegado porrazos fuertes al lado del bebe; que le ha dicho que ha convivido con armas y gente peligrosa y sobre todo su hermano que mantiene contactos con esa gente peligrosa".

Además, el testimonio de la víctima incluye que Bravo "estando embazada la echó a la calle, y que el día 30 de noviembre de 2022 le tiró el biberón de su hija y ella estaba cerrando la puerta, y dio en la puerta".

La Audiencia ha dado relevancia a los testigos que corroboran la versión de la expareja de David Bravo. Entre estos se encuentra una persona que la encontró "llorando y perdida" en la calle después de haber sido expulsada de la vivienda por el exdiputado.

En el auto de procesamiento se recogen informes psicológicos que refuerzan la denuncia de la mujer, ya que concluyen que presenta "síntomas de estrés postraumático compatibles con un maltrato continuado". Además existen dictámenes de la Unidad Integral de Violencia de Género del Instituto de Medicina Legal que reconocen indicadores claros de violencia psicológica.

David Bravo es abogado experto en delitos informáticos: ha defendido a personalidades como Silvia Intxaurrondo

David Bravo comenzó a trabajar en el despacho del letrado José Ignacio Aguilar en el año 1998, mientras terminaba la carrera de Derecho. Desde el 2005 y hasta la actualidad ha centrado su actividad como abogado en los ámbitos del derecho informático, la libertad de expresión y la propiedad intelectual.

Representa además a artistas y músicos españoles y dirige las negociaciones de sus contratos discográficos, así como empresas y establecimientos en sus pleitos y negociaciones con entidades de gestión como la SGAE por el uso de obras de su repertorio.

También ha sido abogado de la periodista Silvia Intxaurrondo, quien en una publicación en X le agradecía públicamente su apoyo en un juicio contra un medio de comunicación.

Habitualmente participa en debates y conferencias, en las que defiende "la necesidad de adaptar los patrones clásicos de la propiedad intelectual a los nuevos usos que los ciudadanos hacen de ella con el advenimiento de las nuevas tecnologías".

Su labor como abogado va más allá y defiende también a personas "afectadas por campañas de difamación organizadas", como el caso del portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, afectado por las informaciones no veraces de AUSBANC, primer caso en España ratificado por el Tribunal Supremo. Además, ha defendido ante el Pleno del Tribunal Constitucional al periodista Máximo Pradera, en la primera sentencia de este tribunal que declara no amparado en la libertad de expresión o información la invención de bulos en internet cuando afectan a la reputación de un tercero.

Pero más allá de su labor en la abogacía, Bravo también se ha dedicado de forma intensa a la política. Durante la XI legislatura fue diputado por Podemos en el Congreso de los diputados y ejerció el cargo de portavoz adjunto en la Comisión de Justicia, además del cargo de portavoz en propiedad intelectual en la Comisión de Cultura.