El grito de paz de Manuel Carrasco en la noche de los Latin Grammy: "Perdón si me pongo serio, si matan son asesinos"

Grammy Latinos: el grito de Manuel Carrasco en favor de los niños palestinos
El grito de Manuel Carrasco en favor de los niños palestinos. Redacción
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SevillaEl artista onubense, Manuel Carrasco, fue uno de los grandes protagonistas de la noche de la música andaluza que La Academia Latina de la Grabación celebró en Sevilla. El cantautor, a pesar de no haber recibido nunca el reconocimiento de los Grammy latinos, demostró que es ahora mismo uno de los artistas del momento y que posee uno de los mejores directos del país.

El andaluz, profeta en su tierra, volvió a ser altavoz de conciencia en la gala "Latin GRAMMY Celebra: La Música de Andalucía". Tras revolucionar a todos los asistentes cantando dos de sus últimos temas, "Pueblo Salvaje" y "El Grito de un Niño", hizo bajar las luces y hasta la voces. Sobre el escenario solo él y una guitarra. El compás, flamenco (era lo que pegaba), y el mensaje alto y claro: "da igual el bando, si matan son asesinos".

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"Hay tanto miserable"

En un primer momento parecía que el artista iba a reclamar lo que es suyo: "no tengo Grammy latinos ni te hago reguetón, pero busco la palabra exacta para que te perree el alma y te baile el corazón". Pero un giro inesperado levanta al público para escuchar más acertadamente lo que estaba diciendo: "Perdón si me pongo serio, no era para menos la cosa, mientras brindan con un vino la hipocresía se engorda".

Quedaba claro que estaba apunto de lanzar un grito de paz: "a los líderes del mundo, a los que mueven los hilos, cada cosa por su nombre, da igual el bando, si matan son asesinos. Qué culpa tiene el abuelo, qué culpa tiene su madre, qué culpa tiene la gente porque hay tanto miserable. Si la política sirve para cambiar los destinos no sé qué estáis esperando para acabar con el llanto de los niños palestinos"

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Poesía y denuncia por y para el pueblo palestino, recordando el sufrimiento que atraviesan los gazatíes. Tras el mensaje, Manuel Carrasco recordó que a veces no está de más "pedir un poco de humanidad, porque el resto somos unos afortunados". Y comienza entonces a entonar su pasodoble gaditano "Soy Afortunado", para recordar que los mayores tesoros de la vida no se pueden comprar.

Un momento profundamente emotivo que tiñó de reivindicación una gala dedicada a celebrar la música andaluza.