Bañistas denuncian la suciedad en las playas de Barcelona tras los temporales: "Nunca la habíamos visto así"

Hace cinco días que los bañistas que van a la playa de la Barceloneta se encuentran con la misma imagen: plásticos y residuos en la superficie del mar y una larga hilera de cañizo que recorre la orilla de extremo a extremo.

Las playas de Barcelona están sucias tras los temporales de los últimos días. Desde el ayuntamiento, explican que “las corrientes han estado llevando basura de manera reiterada a las playas, que es la que llega al mar arrastrada por los caudales de los ríos, debido a las tormentas”.

Sin embargo, los usuarios denuncian que la han encontrado “igual” durante varias jornadas y consideran que la limpieza de la zona es insuficiente. “Nos preguntamos dónde están las brigadas”, lamenta una bañista. “Que el agua esté sucia no es culpa de nadie, pero no vemos correcto que no se inviertan más esfuerzos en limpiar la playa, para que la basura no acabe en el mar”, añade otra.

Plásticos, latas y cañas

“Lleva muchos días así. Hemos llamado al ayuntamiento y no nos hacen ni caso”, explican los bañistas. El consistorio, por su parte, ha informado de que hay un dispositivo reforzado de limpieza de las playas.

Una embarcación que retira basura del mar y una brigada que trabaja recogiendo los residuos en la rompiente durante todo el día, así como varios equipos de limpieza”, enumeran las autoridades municipales. Pero puntualizan que “como las corrientes van llevando basura hacia la arena, es difícil poder retirarla por completo”.

Botellas, vasos, toallitas y una gran cantidad de cañas rodean a quienes deciden entrar al agua a darse un baño. Algunos han encontrado, incluso, cadáveres de animales en el mar. “Esta mañana hemos sacado del agua una gallina muerta”, asegura un grupo de bañistas. La situación no es diferente en el fondo: “dentro del agua se ve como plástico triturado; en el fondo, latas, plásticos y basura”, cuenta otro bañista aficionado al buceo.

Una joven mira al mar desde su toalla en la arena. “Nunca la habíamos visto así”, lamenta, “me acerco y me remojo un poco con la mano, pero no me voy a meter”. Lo mismo explica una señora que va cada día a la misma playa junto con su compañera. Temen entrar al baño y hacerse daño. “Nosotras somos mayores y no nos podemos meter al agua así, con la cantidad de palos que hay”, concluye.