Los corredores de Barcelona que convierten un entreno en el lugar ideal para socializar: "Han salido hasta bodas"

Divertirse haciendo running no está al alcance de cualquier principiante, aunque en Barcelona un grupo de 150 personas ha convertido sus entrenamientos en una fiesta, recorriendo por las noches las calles con la música a todo volumen y donde hacer deporte es igual de importante que conocer a gente.

La capital catalana es una de las 18 ciudades en el mundo que reúne a cientos de corredores de medianoche, conocidos como Midnight Runners. Una comunidad multicultural donde vecinos, turistas, y extranjeros instalados en la Ciudad Condal comparten afición, pese a no ser en todos los casos grandes fanáticos del deporte.

"El objetivo es hacer ejercicio, pero también socializar. No vienen a competir, vienen a pasarlo bien y tal vez a superarse", explica Giulia, una de las capitanas de la actividad que realizan cada lunes y miércoles a partir de las 20:00 horas.

Todos los corredores salen desde el mismo punto. Un bar donde dejan la ropa y echan a galopar en grupo por los lugares más emblemáticos de Barcelona. Los lunes hacen hasta ocho kilómetros y los miércoles cinco, aunque en ambos casos el entrenamiento tiene paradas para realizar ejercicios funcionales.

El ritmo de cada uno no supone un problema para el resto. "Hay gente que viene y no ha corrido antes, pero siempre hay alguien que te espera".

De hecho, los capitanes no están elegidos por su condición física. "Valoran otras cosas como si eres sociable. Siempre habrá alguien que corra para los más rápidos y otros que siempre esperen a los últimos. Nos turnamos, pero hay que estar dispuesto a correr con los demás", añade Giulia.

Después del esfuerzo, llega la segunda parte de la sesión desde el bar donde han salido. No es entrenar e irse a casa. La parte de running dura una hora y media, dependiendo de la ruta, y luego podemos estar tomando algo hasta que cierran".

Hacer deporte se acaba convirtiendo en una excusa para socializar. "En los eventos pedimos a los runners que se presenten a dos personas que no conocen. Siempre fomentamos compartir nuevas experiencias", comenta Giulia sobre una experiencia donde algunos de los asistentes han llegado a encontrar el amor sudados, en mallas y con zapatillas de correr.

"Han salido hasta bodas. Es una buena excusa para conocer a gente y es saludable. Vienes a correr, pero al tercer evento alguien te pregunta qué haces este finde o incluso te dicen de apuntarte a una carrera. Salen amistades y más", reconoce la capitana, quien lleva más de dos años disfrutando de los eventos gratis de Midnight Runners.

Ella fue una de las tantas personas que no daba crédito al ver por primera vez a tantas personas revoloteando por las calles con la música a todo trapo. Pero con el tiempo, Giulia se acabó convirtió en parte de la comunidad. "Pensé que esta gente estaba loca y siete años después aquí estoy".

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