Vivienda

Rosario, la última inquilina de un edificio de viviendas convertido en pisos 'coliving'

Rosario resiste en su casa. Informativos Telecinco
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Rosario Castelló es la última inquilina de la finca ubicada en la calle Entenza, 69, en la Nova Esquerra del Eixample de Barcelona, un edificio convertido en pisos de 'coliving'. Vive en el mismo piso desde 1998 y durante estos 26 años siempre ha pagado el alquiler, que ahora asciende a 1.000 euros al mes.

En diciembre de 2021 la propiedad del edificio la adquirió el fondo de inversión Vandor, y comunicó a los inquilinos que no renovaría los contratos. Poco a poco todos se han ido marchando cuando vencían los contratos, o convencidos a través de indemnizaciones que pagó este fondo de inversión.

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Rosario, sin embargo, se niega a marcharse. Su contrato venció en 2023, aunque ella ha continuado pagando el alquiler y denuncia que el fondo de inversión no ha dialogado con ella y ya la ha denunciado.

"Me siento abandonada por las administraciones"

El resto de pisos del edificio se han reformado y se han convertido en residencias temporales para estudiantes. En cada piso viven entre cinco o seis estudiantes que pagan 900 euros por habitación. Ante esta situación, Rosario denuncia que se siente abandonada por las administraciones porque no persiguen este tipo de prácticas abusivas, expulsando a muchos vecinos de sus casas.

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Francisco, su hijo de 26 años, sufre a diario lo que es tener una residencia de estudiantes en el edificio. "Fiestas hasta altas horas de la noche, ruidos y poco respeto", explica Rosario a un equipo de Informativos Telecinco, y lamenta que su barrio se haya convertido en un "decorado para turistas y residentes temporales".

Rosario sabe que el caso de su edificio no es el único. Este mismo fondo, Vandor, ha adquirido al menos 14 edificios enteros en Barcelona, siempre siguiendo el mismo patrón: compran el edificio entero y comunican a todos los inquilinos que no van a renovar los contratos. Una vez se consiguen que se vayan, convierten todo el inmueble en pisos 'coliving' para estudiantes, en su mayoría americanos.

Desde el Sindicato de Inquilinos su portavoz, Enric Aragonès, asegura que esto "es una oportunidad para los arrendadores echar a las familias y poner estos negocios".  Además, Aragonès subraya que esos contratos son un vacío legal, donde entran los alquileres de habitaciones, los coliving y los alquileres de temporada, pero que se podrían solucionar con una modificación en la ley.