Avispas depredadoras contra moscas: el mecanismo para combatir una plaga devastadora para los cultivos de fresa en Cataluña
Cataluña libera por primera vez una avispa para combatir los estragos de la drosófila de las alas manchadas, originario de Asia
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BarcelonaLa drosófila de las alas manchadas (drosophila suzukii) es una de las plagas devastadoras que más estragos ha causado en los agricultores de fresas y cerezas tras su detección por primera vez en Europa en 2008. Unos daños que han provocado grandes pérdidas en Cataluña, donde tratan de remediar la situación con la liberación de la ganaspis kimorum, una avispa depredadora para combatir este tipo de insecto originario de Asia.
El Departament d'Agricultura de la Generalitat y el Institut de Recerca i Tenologia Agroalimentaris (IRTA) han puesto en marcha la práctica en parcelas agrícolas de Sant Pol de Mar (Barcelona), donde han liberado las avispas parasitoides del insecto en zonas con alta incidencia de la plaga y donde exista baja presión de tratamientos fitosanitarios, con el objetivo de que formen parte de la fauna útil naturalizada y contribuyan a largo plazo a su control.
"Conseguir esta autorización ha sido excepcional, dado que se trata de un insecto foráneo, pero estamos convencidos de que con esta estrategia podremos garantizar un mayor control de las poblaciones de la plaga" , destaca Anna Lekunberri, jefa del Servicio de Sanidad Vegetal del Departament d'Agricultura de la Generalitat de Cataluña.
Insecticidas, insuficientes para paliar los daños
Las insecticidas "no han sido suficientes para reducir las pérdidas" de cultivos de cerezas, fresas, frambuesas, arándanos y otras frutas rojas, por lo que han optado por la liberación de una avispa que se introduce en Cataluña por primera vez. "Los estudios nos indican que estos parasitoides pueden establecerse y contribuir a un control natural más estable y sostenible", admite Jordi Riudavets y Pablo Urbaneja-Bernat, coordinador e investigador del proyecto.
De momento, las liberaciones se llevarán a cabo de forma periódica y en zonas controladas, con el objetivo de estudiar su dispersión una vez introducido en el sistema y disponer de un enemigo natural que "abre nuevas perspectivas para conseguir un control biológico más robusto y sostenido de la drosófila de las alas manchadas, lo que reduce la dependencia de los tratamientos fitosanitarios y favorece una producción de frutas rojas más competitiva y respetuosa con el medio ambiente".
Una plaga con fuerte impacto tras las lluvias
La plaga de la Drosophila suzukii ha tenido un fuerte impacto este año debido a las lluvias y las humedades elevadas, dejando una mayor incidencia en los cultivos con un 43% de afectación en fincas de fresa y un 12% en fincas de cereza. En Cataluña se detectó su presencia en 2010, afectando tanto a los cultivos de cereza como a los de fresa.
A diferencia de otras moscas de la fruta, la drosófila tiene un oviscapto aserrado que le permite perforar frutas sanas y maduras para poner los huevos, de modo que las larvas se desarrollan en la fruta y la hacen inviable comercialmente.
El Departamento ha trabajado coordinadamente con el IRTA para conseguir la autorización para la liberación del insecto por parte del Ministerio, y se ha confirmado que el establecimiento se efectuará de forma segura en el medio ambiente. Todo ello en una estrategia alineada con el Pacto Verde Europeo para buscar un sistema alimentario respetuoso con el medio ambiente, hace que cada vez tengamos menos productos fitosanitarios disponibles en el mercado europeo.
"Por eso, después de años de estudios y de evaluación de riesgos, se ha impulsado un programa de control biológico clásico que hemos coordinado desde el IRTA y la Universitat Jaume I, con la autorización del Ministerio de Agricultura y del DARPA", culminan desde el IRTA.