La macabra escena del crimen del taxista de Lleida: motor encendido y taxímetro en marcha

Mohamed Ezzeraiga, de 43 años y vecino de Lleida desde hace 20, perdió la vida este domingo de madrugada en su puesto de trabajo, el taxi. Le cosieron a puñaladas. Mohamed tenía un hijo de 5 años y un bebé de pocos meses.

Los mossos investigan los hechos que han conmocionado a la capital de Ponent. El teléfono de emergencias 112 recibió la llamada de un hombre, a las 2:30h de la madrugadas que alertaba de que había un hombre inconsciente y malherido en la vía pública. Yacía junto al taxi que conducía, que mantenía el motor encendido, la puerta abierta y el taxímetro en marcha.

Varias patrullas de mossos, guardia urbana y ambulancias se acercaron al lugar de los hechos. La víctima fue evacuada en estado crítico y trasladada al hospital Arnau de Vilanova, donde falleció a las 5:30h de la mañana por la gravedad de las lesiones. Presentaba una decena de cuchilladas en el cuello y la espalda. Una le atravesó el corazón.

Arma del crimen hallada en una calle cercana

La policía encontró el cuchillo homicida en una calle próxima donde se encontró el cuerpo. La investigación sigue abierta y no descarta ninguna hipótesis aunque la que cobra más fuerza es que le hubiesen asaltado para robarle. Todo indica a que el ataque ocurrió dentro del vehículo, el taxista habría cargado a un cliente en la parada de taxis de Blondel, aunque no hay registro de llamada previa.

Mohammed Ezzeraiga no era propietario del vehículo que conducía. Cubría el turno de noche para el dueño de la licencia. Era miembro de varias asociaciones de la ciudad que desde ayer llora su pérdida.

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